Alain Brunet es un investigador canadiense de la Universidad de McGill de Montreal quien estudia desde hace 15 años el trastorno por estrés postraumático con veteranos de guerra y víctimas de crímenes o ataques terroristas.

En 2015 expandió su campo de análisis a los problemas derivados de quiebres amorosos y desarrolló una terapia con la cual comprobó que se puede aliviar el dolor generado por una ruptura mezclando un medicamento para el corazón y escritura.

Para ello su muestra incluyó individuos que habían terminado sus relaciones, personas que sufrieron infidelidad e incluso que fueron abandonadas por su pareja.

Según consignó la BBC, el especialista afirma que una mala ruptura puede ser “tremendamente dolorosa”, por lo cual los afectados pueden llegar a tener reacciones emocionales similares a quienes sobreviven traumas.

La mayoría del trabajo de Brunet se ha centrado en el desarrollo de la “terapia de reconsolidación”, un enfoque con el cual se puede “editar” el dolor asociado a recuerdos.

En concreto, la terapia incluye el consumo del beta bloqueante propranolol, usado generalmente para tratar la migraña y la hipertensión, una hora antes de una sesión en la cual el paciente tiene que escribir un resumen detallado del quiebre y luego leerlo en voz alta.

“A menudo cuando recuerdas, si hay algo nuevo que aprender, este recuerdo se desbloqueará y podrás actualizarlo, tras lo cual vuelve a guardarse”, dijo el psicólogo clínico al citado medio.

Es así como esta reconsolidación crea una ventana para modificar la parte emocional de ese recuerdo.

“Estamos usando esta forma de entender cómo se forman los recuerdos, cómo se desbloquean, actualizan y se guardan nuevamente. Esencialmente estamos usando este conocimiento reciente que viene de la neurociencia para tratar pacientes”, añadió.

En esa línea, señaló que los hechos quedan almacenados en la hipocampo del cerebro, mientras que los recuerdos que acarrean emociones quedan guardados en la amígdala.

“Imagina que estás grabando una película a la antigua, entonces tienes la imagen y el sonido en dos canales diferentes”, explicó.

Así, cuando la persona vuelve a vivir este recuerdo traumático experimenta ambos canales, con el propranolol atacando el canal y aspecto emocional, evitando que el recuerdo vuelva a ser guardado con la misma carga de dolor.

De esta manera, su trabajo investigativo asegura que cerca del 70% de los pacientes experimentaron alivio después de un par de sesiones bajo esta terapia, y que ma mayoría quedó con la impresión “que eso había sido escrito por otra persona, como leyendo una novela”, sostuvo.

“Este tratamiento se asemeja al camino normal de un recuerdo, cómo gradualmente lo olvidamos y damos vuelta la pagina”, agregó.

Algunas personas han comparado su trabajo con la trama de la película de ficción Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, con la participación de Kate Winslet y Jim Carrey; en la cual ambos interpretan a una pareja que quiere olvidarse del otro.

Sin embargo, bajo la terapia de Brunet los recuerdos de las ex parejas no se olvidan, solo dejan de doler.