Medios internacionales informaron este martes un caso médico ocurrido en Inglaterra hace un par de meses. Éste afectó a un abuelo de 72 años que vivió por ocho días con la parte posterior de su dentadura postiza alojada en su garganta.

El hecho fue reportado por el British Medical Journal, donde investigadores indicaron que el hombre fue intervenido en el hospital James Paget. En aquella operación los médicos extirparon un bulto inofensivo en su pared abdominal.

El paciente fue enviado a casa luego del procedimiento, el cual indicaron que había sido exitoso. No obstante, seis días después el anciano volvió al lugar aquejado de dolores fuertes en la garganta y sangrado constante en la boca.

En ese momento, los especialistas diagnosticaron una supuesta infección respiratoria, por lo que enviaron al hombre de vuelta a su casa con un tratamiento de antibióticos. Le indicaron que en un plazo de tres días debía estar recuperado.

No obstante, el paciente volvió dos días después sintiéndose mucho peor. Según la publicación, en ese instante él indicó que tenía totalmente obstruido su tubo digestivo, agregando que ni siquiera podía tragar los medicamentos.

 British Medical Journal
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En ese momento también le dieron un diagnóstico errado, ya que le indicaron que tenía una neumonía grave, la cual habría estado generada por la presencia de alimentos, ácido estomacal o saliva en sus pulmones.

No obstante, estuvo otros tres días internado en el lugar sin soluciones concretas. Fue allí cuando otro profesional decidió examinarlo; de acuerdo a la publicación él fue el único que “hizo caso al paciente” y observó dentro de su boca.

Acto seguido, descubrieron un bulto que estaba alojado cerca de la laringe del paciente: era su dentadura postiza inferior que había desaparecido tras la operación realizada en aquel centro médico.

Aquel análisis fue contrastado con las declaraciones del hombre, quien señaló que parte de sus dientes se habían removido misteriosamente luego que le sacaran los bultos de su cuerpo.

“La presencia de prótesis dentales debe quedar claramente documentada antes y después de cualquier procedimiento, y todos los miembros del equipo de la sala de operaciones deben conocer el plan perioperatorio”, indicaron.

 British Medical Journal
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Si bien el implemento fue retirado sencillamente con unas pinzas, desde la garganta del hombre, él tuvo otras complicaciones en su salud, ya que sufrió de constantes sangrados de su boca.

Esto lo llevó a ser sometido a tres transfusiones de sangre y una posterior operación de cauterización. El calvario se había terminado luego de un mes de operaciones y análisis erróneos.

En una de las conclusiones que presentó el caso se invita a los médicos a “escuchar de forma más atenta y tranquila a sus pacientes”, ya que muchas complicaciones podrían evitarse al prestar mayor atención a sus síntomas.

Sin ir más lejos, en este caso el anciano reportó varias veces sufrir dolores de garganta, pero recién el tercer médico que lo atendió revisó la zona interior de su boca.