Ser diagnosticado con la noticia de que un gusano vive en el cerebro resulta, casi siempre, algo trágico y motivo de preocupación. No obstante, este no fue el caso de la estadounidense Rachel Palma (42), quien se alegró de conocer esa información. Sus motivos son entendibles.

Según detalla el portal Live Science, desde julio de 2018 la mujer residente de Nueva York comenzó a experimentar problemas con algunas funciones de su cuerpo. Lo primero fue sufrir de temblores, comenzar a olvidar algunas palabras y botar platos o tazas cuando las cargaba.

Con el paso del tiempo estos problemas aumentaron, ya que pasó a sufrir de alucinaciones, tener insomnio por las noches y soñar con “pesadillas horribles”.

“Mis episodios se estaban volviendo cada vez más extraños. Hubo días en los que no sabía dónde estaba. Inicialmente, los médicos no podían ayudarme, incluso después de tomar varias exploraciones de mi cerebro”, expresó a la cadena Fox.

Resonancia de Palma | Live Science
Resonancia de Palma | Live Science

“Tan sólo cuando di con un especialista en la clínica Mount Sinai, siete meses después de que empezaron los síntomas, alguien pudo ayudarme”, añadió.

Tras someterse a una resonancia magnética vino un pronóstico lapidario de los médicos. En ese momento le explicaron que habían encontrado un bulto en el lóbulo izquierdo, lo que calificaron de inmediato como un tumor cerebral.

La cirugía de extracción del elemento se llevó a cabo dos semanas más tarde, pero esta no tuvo el resultado que se esperaba, ya que los médicos no retiraron una masa de la zona, sino que un pequeño y delgado gusano, el cual había estado localizado allí hace aproximadamente un año.

Sin embargo, lo que más sorprendió del hecho fue la reacción posterior de Rachel, quien dio gritos de alegría tras saber que había tenido ese parásito viviendo al interior de su organismo.

“Dejé de hacer preguntas y comencé a celebrar y aprovechar al máximo la vida porque, en un instante, se puede ir. Pensé que es asqueroso, pero era lo de menos. Me sentí aliviada en ese momento de que no era cáncer y de que no necesitaría ningún tratamiento adicional. No me gusta especular sobre cómo podría haber contraído el gusano porque no lo sé”, comentó después.

Con el paso del tiempo la mujer decidió contar la historia al medio Live Science, explicando que los médicos finalmente determinaron que ella habría sufrido de neurocisticercosis (enfermedad del sistema nervioso originada por parásitos), la cual es conocida por ser causante de la epilepsia inicial.

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Gusano removido del cerebro de Palma | Live Science
Gusano removido del cerebro de Palma | Live Science

De acuerdo al citado medio, los síntomas iniciales pueden ser combatidos por medio de antibióticos, pero en el caso de Palma la condición estaba tan avanzada que fue necesaria la cirugía.

Frecuentemente estos gusanos viven en los intestinos de animales como perros y gatos, por lo que resulta complejo que puedan ser transmitidos a humanos.

No obstante, en los últimos años se descubrió que una forma riesgosa de contagio es por medio del consumo de carne mal cocinada o que haya sido vendida en mal estado de conservación.

Asimismo se explica que los parásitos pueden llegar a triplicar su tamaño cuando están adheridos a un huésped. A eso se suma que su data de vida puede llegar a 30 años.