06-02-2019 a las 22:35

"Cambiar o morir": canadiense bajó más de 80 kilos tras superar "adicción" a la comida rápida

Por Emilio Contreras
Instagram | Alysha McNair

A través de redes sociales, Alysha McNair relató uno de los procesos más importantes y radicales que ha enfrentado a sus 21 años: la pérdida de más de 80 kilos de peso corporal tras un traumático problema de ansiedad.

De acuerdo al portal del matutino británico Daily Mail, McNair llegó a pesar más de 170 kilogramos a raíz de una supuesta “adicción a la comida rápida”, la cual la llevó a recorrer cinco centros médicos en busca de ayuda.

El problema la obligó a ser víctima por años de bullying escolar, situación que cambió tras iniciar un tratamiento médico e inscribirse en un gimnasio local, donde con el transcurso de las semanas comenzó a constatar pequeños avances en su cuerpo.

Así quedó de manifiesto en su cuenta en Instagram, donde la estudiante del British Columbia fue documentando su transformación física con videos y fotografías.

“Fue desalentador subir fotos de mí misma con el estómago hacia fuera, pero sentí que era necesario ver hasta dónde había llegado”, comentó McNair. De acuerdo a su relato, habían sólo dos opciones: “era cambiar o morir”.

“Era adicta a la comida para llevar, y a menudo visitaba cinco restaurantes de comida rápida sólo para completar una merienda”, dijo al portal británico.

“Estaba desesperada por cambiar porque desde adolescente la intimidación había sido horrible. No podía seguir ninguna dieta. Después de ahogarme un día con una bebida gaseosa a los 17 años, y esforzarme ahí mismo por recuperar el aliento, me di cuenta que se trataba de la muerte o un cambio”, recalcó.

Tras finalizar el tratamiento, la estudiante inició un curso como Personal Trainer para ayudar a quienes sufren sobrepeso y ansiedad: “Me siento y me veo completamente diferente, y he decidido convertirme en una entrenadora para ayudar”, asumió.

Hoy, convertida en una celebridad de redes sociales y en voz autorizada del fitness, la canadiense mira con distancia sus viejos hábitos. “Ya nunca compro comida rápida, siento que ahora soy un organismo competitivo”, agregó.

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