Médicos de Irlanda del Norte dieron a conocer un insólito caso sucedido en un hospital de Belfast en diciembre pasado. Hasta el lugar llegó una mujer de 40 años aquejada de un fuerte dolor de garganta, luego de cuatro exámenes los doctores descubrieron que tenía atorada una tableta de Tramadol en el esófago.

Según detalla la revista científica CMJ, la paciente, cuyo nombre mantuvieron en reserva, llegó quejándose de dolores de la garganta al lugar. Allí, los médicos le practicaron una radiografía en la zona, pero no encontraron nada.

En ese momento pensaron que tenía una lesión leve y la enviaron a su casa con píldoras para los dolores y antiinflamatorios. No obstante, la mujer evidenció problemas tres días más tarde y volvió al recinto médico.

En esa ocasión decidieron dejarla hospitalizada y le practicaron nuevos exámenes en la zona bucal. Nuevamente estos no arrojaron ningún resultado. Fue tratada con esteroides y analgésicos por dos días y le dieron el alta.

BMJ Journals
BMJ Journals

Pero el asunto volvió a salirse de control y la afectada volvió luego de dos días hasta el hospital. Nuevamente aseguró que tenía dolores de garganta y que los remedios no le hacían efecto.

Los doctores tomaron la decisión de tomarle una imagen con Rayos X, pero esta tampoco arrojó algún resultado concluyente y que explicara por qué ella tenía tanto dolor.

De acuerdo a la publicación, los médicos pensaron seriamente en declararla como una paciente hipocondríaca, pero antes de eso ingresaron una cámara pequeña por su tubo digestivo para investigar, en ese momento descubrieron cuál era el problema.

La persona se había tragado una tableta entera de analgésicos. Este objeto estaba atorado en su esófago y evidentemente le causaba dolor al momento de comer o tragar saliva.

Tramadol
Tramadol

Los profesionales removieron el objeto desde el interior de la mujer, la cual aseveró que había estado 17 días sintiendo fuertes malestares en la zona de la garganta.

Por otra parte, la paciente indicó que no sabía en qué momento había ingresado la tableta a su garganta y esófago. “Fueron tres semanas muy aterradoras y cuando vi la imagen no podía creerlo”.

Debido a esto, la publicación de CMJ instó a los médicos a ser cautelosos respecto a los datos que proporcionan pacientes con problemas de este tipo.