Un extraño caso clínico se dio a conocer hace una semana en Estados Unidos, luego que un adolescente de 17 años, llamado Michael Dumas, adquiriera una extraña infección en sus pies luego de enterrarlos en la arena de una playa en Miami (Florida, Estados Unidos).
El episodio fue dado a conocer por la madre del joven, Kelli Mulhollen Dumas, quien sostuvo que su hijo tiene parásitos, en forma de gusanos, en sus pies. Según ella, esta enfermedad es difícil de curar y el tratamiento cuesta miles de dólares.
En su relato, Kelli indicó que los cuatro jóvenes, que estuvieron en dicho viaje, se contagiaron con estos parásitos, pero el caso de su hijo es el más complicado, ya que estos se han propagado por sus extremidades.
“Michael tiene el peor caso, por lejos. Tomó Clindamyacin (antibiótico), Ivermectin, un paquete de dosis de esteroides, y Albenza, que costó 1356 dólares por 6 pastillas (861 mil pesos chilenos). Sin embargo, estas (Albenza) puedes comprarlas en 30 centavos por pastilla en Honduras”, indicó.
La mujer indicó al medio Washington Post que los parásitos que ahora tiene su hijo se denominan ‘Helmintos’ y que el contagio se produjo cuando fue a la playa de Pompano Beach (Florida, Estados Unidos) con unos amigos. “Sólo en ese lugar se sacó las zapatillas”, afirmó.
A eso añadió: “Tiene heridas abiertas en los pies y en la parte interior y exterior de las piernas. No ha podido ir a sus prácticas de fútbol americano. No puede usar zapatos”.
Por otra parte, desde el Departamento de Salud de Florida, un vocero indicó que el asunto está siendo averiguado por especialistas, ya que antes no se habían reportado casos de Helmintos en las playas de ese estado.
“Los huevos de helminto se transmiten en las heces fecales de una persona infectada. La infección se contrae principalmente al caminar descalzo en un suelo contaminado”, indicaron al medio de Washington.
Desde el centro de Prevención y Control de Enfermedades de Estados Unidos consignaron que estos parásitos están presentes básicamente en zonas de clima templado y tropical.
“Picazón y sarpullido localizado son los primeros signos de infección. Estos síntomas ocurren cuando las larvas penetran la piel. Una persona con una infección leve puede no presentar síntomas. Alguien con una enfermedad fuerte puede tener dolor abdominal, diarrea, pérdida de apetito y peso, fatiga y anemia”, relatan.
A esto agrega: “No hay que caminar descalzo en áreas donde el parásito es común y pueda haber suciedad por heces. Evitar otros contactos entre piel y suelo. La contaminación fecal ocurre cuando los animales defecan al exterior o se usan fertilizantes”.
Kelli Mulhollen Dumas afirmó al medio inglés DailyMail que, a raíz de esta infección, su hijo también desarrolló llagas en sus pies. “Se está medicando para tratar además las heridas con pus, esta es una infección bacteriana que, cuando no se trata de manera rápida y adecuada, puede ser potencialmente mortal”, indicó.
