John Corcoran fue un maestro en el estado de Nuevo Mexico, Estados Unidos, por cerca de 17 años. Enseñó educación física, ciencias sociales, e incluso ramos de tipeo en computadoras. Sus alumnos lo estimaban, y era visto como una gran ayuda para la comunidad escolar.

Sin embargo, Corcoran tenía un secreto: nunca aprendió a leer o escribir.

En entrevista con el medio británico BBC, confesó que cada día vivía con pánico de que alguien lo fuera a descubrir.

“Recuerdo el miedo que sentía cada día. No podía ni leer la lista. Tenía que pedirle a los estudiantes que pronunciaran sus nombres en voz alta”, afirmó.

John Corcoran | John Corcoran Foundation
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Sin embargo, tenía tácticas con las cuales podía evitar los problemas más graves causados por su analfabetismo. “Identificaba siempre a dos o tres estudiantes que podían leer y escribir mejor que el resto, y les pedía que fueran mis asistentes. No sospechaban nada. Nadie sospecharía algo así de un profesor”, explicó.

En la universidad, logró pasar sus clases gracias a la ayuda de sus amigos, quienes completaban tareas por él, o le ayudaban a obtener las respuestas a los exámenes de selección múltiple, para que él las aprendiera de memoria.

Las clases de Corcoran se realizaban en un salón con una ventana en el primer piso, lo cual le permitía pedirle ayuda a un amigo que se sentaba afuera para resolver y responder todo. Para las pruebas escritas, le pasaba su cuaderno o hoja para que completara todo por él.

John Corcoran | John Corcoran Foundation
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Corcoran podía salirse con la suya gracias a que su asiento estaba casi al final de la enorme sala de clases, con decenas de estudiantes entre él y su profesor.

De esta forma, logró esconder su analfabetismo durante su carrera profesional. Luego de retirarse de la docencia, comenzó a trabajar en la industria de bienes raíces, donde tuvo mucho éxito gracias a su carisma y contactos.

“Algunas veces me sentía como un buen profesor, porque trabajaba duro y me importaba lo que hacía. Pero estaba equivocado. No pertenecía a la sala de clases, estaba traspasando. No debía haber estado ahí, y lo que hacía me enojaba todo el tiempo. Pero me sentía atrapado, como que no le podía decir a nadie”, confesó al medio británico.

Sin embargo, la vergüenza que sentía por su no saber leer lo llevó a aprender en 1976, y a confesarse a través de un discurso público, donde admitió todo.

Su historia fue utilizada en los medios e instituciones educacionales para ayudar a toda persona que se sintiera en menos por su analfabetismo a no pensar que estaban solos, y para inspirarlos a seguir sus pasos para poder aprender a leer.

John Corcoran | John Corcoran Foundation
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Corcoran se convirtió en una de las caras más reconocibles de la lucha contra el analfabetismo, escribiendo un libro que publicaría en 1994 titulado “El profesor que no podía leer”.

El hombre llegó a ser parte de múltiples instituciones dedicadas a combatir los problemas de lectura en Estados Unidos, como el Instituto Nacional para el Alfabetismo y creando su propia fundación dedicada a ayudar a los niños que no pueden leer, bautizada como la John Corcoran Foundation.

Su historia ha inspirado a muchos a seguir sus pasos, ya sea para poder superar su propio analfabetismo, o buscando tener un impacto positivo en su comunidad.