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Derechamente, la expresión “gringo loco” aplica perfectamente para Dylan McWilliams, un joven estadounidense de 20 años que en los últimos 4 sobrevivió al ataque de un tiburón, la mordida de una serpiente cascabel y la embestida de un oso.

Sin duda, McWilliams es de esos hombres que busca el peligro y goza enfrentándose a éste, ya que su profesión es ser instructor de técnicas de supervivencia.

La última aventura que lo tuvo cerca de la muerte fue mientras practicaba surf en una playa de Hawái, momento en el que fue mordido en una pierna por un tiburón. Afortunadamente, el hombre se encontraba cerca de la orilla y logró salir del agua.

#whereithappened

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En conversación con el medio norteamericano Hawai News Now, Dylan contó cómo fue su experiencia: “La parte que más me asustó fue ver la sangre detrás de mi. No sabía adonde estaba”.

Tras eso aseguró que vio al tiburón rodeando su tabla de surf y comenzó a luchar con él. Le dio patadas desesperadamente al escualo y nadó hacia la orilla para salvar su vida.

Según consigna el medio hawaiano, al observar la mordida que recibió el muchacho en su pierna se piensa que fue atacado por un tiburón tigre de aproximadamente 2 metros de largo.

No obstante, el chico vivió experiencias aún más aterradoras en su vida. En julio de 2017 nuevamente tuvo que luchar por su vida cuando acampaba y fue atacado por un oso. Literalmente, él despertó entre los dientes del animal.

#bearattacksurvivor

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En conversación con la Revista People, McWilliams indicó: “Me desperté escuchando un fuerte crujido. Recuerdo mucho dolor y ser arrastrado por mi cabeza por un oso. Por un segundo pensé que era un sueño. No sabía qué estaba pasando”.

Luego comenzó a golpear al oso en los ojos y la nariz hasta que dejó la presa y se alejó. Según el relato de Dylan, el ejemplar pesaba cerca de 130 kilos.

Tras el hecho, el hombre recibió nueve puntos de sutura y quedó con cicatrices eternas en su cabeza. “Pensé que había quedado ciego”, expresó.

El primer ataque que sufrió este osado joven fue hace tres años mientras estaba de excursión por la montaña y sintió un pequeño pinchazo en su pierna derecha. Se trataba de la mordida de una serpiente cascabel.

Dylan McWilliams | Facebook
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“Inicialmente pensé que había sido pinchado por un cactus, pero al mirar hacia abajo ví a una serpiente. Afortunadamente no me mordió muy fuerte y el veneno no penetró hacia zonas comprometedoras de mi cuerpo”, relató.

Sin embargo, estuvo dos semanas en cama y con fiebre tras el hecho.

En una entrevista con BBC, el norteamericano indicó que no cree que tenga “siete vidas”, y siente que en estos hechos se combinan la buena y mala suerte. “Parece que no tengo mucha suerte, pero es como si tuviera suerte en situaciones desafortunadas”, indicó