Por estos días, en Corea del Sur, se llevan a cabo los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang, y una de las delegaciones que más ha llamado la atención es la que simbólicamente reunifica a Corea del Norte y Corea del Sur.
Luego que ambos gobiernos accedieran a trabajar en una agenda conjunta de cara al evento deportivo, fue autorizada la presencia de una escuadra representativa de ambas Coreas en Pyeongchang, en un gesto que alabado por la comunidad internacional en medio de la tensión diplomática de los últimos meses entre Corea del Norte y Estados Unidos.
En este aspecto, una de las postales más representativas fue la que se registró durante la competencia femenina de hockey, cuando Corea enfrentó a Suiza.
Hasta allí, al sector del público, llegó un grupo de entusiastas animadoras norcoreanas, las que a la usanza de las “cheerleaders” norteamericanas vitorearon a su equipo con consignas en su idioma y en su estilo.
La escuadra se presentó perfectamente uniformada, con polerones rojos y maquillaje perfecto, en una performance que incluyó gritos y las tradicionales coreografías asiáticas.
