Diariamente realizamos muchísimas acciones para cumplir con las tareas y labores que se nos plantean en nuestras diferentes actividades.

Esto hace que pasemos por diferentes emociones y estados de ánimo a lo largo del día. Sin embargo, y aunque no lo creas, existen algunas reacciones que pueden influir notablemente en el resto, al punto de convertirse en contagiosas.

¿Alguna vez has notado que cuando otra persona comienza a hacer algo, no puedes evitar imitarlo? Pues si es tu caso, no te preocupes, ya que no eres el único.

Si quieres saber más sobre el tema te invitamos a que leas a continuación una lista con 5 de las reacciones más contagiosas:

1- Risa

La risa es una respuesta biológica producida por el organismo como respuesta a determinados estímulos, generalmente manifestada ante situaciones cómicas o de humor.

De seguro te ha pasado en más de una ocasión que tras ver a un amigo, o incluso a una persona desconocida, riéndose a carcajadas, te hayas contagiado al punto que no puedes aguantar la risa.

De hecho, este recurso ha sido aprovechado por marcas como Coca Cola para entregar un mensaje a los consumidores.

En el caso de esta conocida bebida, lo que hicieron fue comprobar cómo reaccionaban los usuarios del metro en Bélgica ante el ataque de risa de un actor. El resultado formó parte para su campaña “La felicidad comienza con una sonrisa”.

Según explicó la psicóloga Trinidad Aparicio Pérez en el sitio Men’s Health, bajo ambientes alegres o felices se activan las llamadas neuronas espejo, conocidas también como neuronas especular.

Estas actúan “reflejando” la acción de otro y su relevancia es más importante de lo que podría parecer, ya que en el ámbito de la neurociencia, tienen un rol clave en las capacidades cognitivas relacionadas a la vida social, tales como la empatía o imitación.

2- Bostezo

Aunque muchos saben que los bostezos pueden ser sumamente contagiosos, lo cierto es que por el momento no hay evidencia clara que permita saber la respuesta exacta.

De acuerdo a un artículo del periódico español El Mundo, solamente los humanos y los primates suelen bostezar cuando ven -o incluso oyen- a otro miembro de su especie hacer lo mismo.

La teoría más aceptada tiene que ver con un proceso de empatía. Según creen algunos expertos, nuestra capacidad para ponernos en el lugar del otro sería la clave de porqué nuestro organismo imita lo que ve en otra persona.

scott (CC) Flickr
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No obstante, un estudio publicado en 2014 en la revista Plos One duda de esta relación, y enfatiza que conocer más respecto al tema podría ser de mucha utilidad en la investigación de enfermedades como la esquizofrenia o autismo.

De hecho, se sabe que quienes padecen de este tipo de trastornos no se “contagian” cuando ven a otra persona abrir la boca.

3- Enfado

Adrienne Wood y Paula Niedenthal, psicólogas sociales en la Universidad de Wisconsin, autoras de un estudio publicado en Trends in Cognitive Sciences, sostienen que cuando vemos la expresión facial de alguien solemos imitarla, aunque sea de manera inconsciente, y extraemos el significado emocional de lo que vemos en cuestión de milisegundos.

¿Por qué hacemos esto? Básicamente porque, según las expertas, tendemos a asociar ese gesto a una determinada emoción que en el pasado nosotros mismos hemos expresado. De esta manera, si vemos a una persona con expresión de enfado, es probable que nosotros mismos terminemos con nuestro rostro enojado.

visiondemujer.mx
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“Esta especie de reflejo imaginario de la cara de la otra persona le dice al cerebro cómo debe sentirse ante esa expresión facial concreta. Sucede de forma automática e inconsciente, por lo que tenemos la impresión de ser capaces de ‘leer’ su mente y saber cómo se siente”, señaló Adrienne Wood a la agencia Sinc.

4- Estrés

Una persona puede verse afectada por síntomas somáticos generados por situaciones de estrés colectivo.

Los expertos sostienen que este fenómeno puede afectar a cualquier persona, aunque también es cierto que cada uno tiene un grado diferente de susceptibilidad. Incluso, un individuo puede que ni siquiera se percate de los síntomas de estrés.

Un estudio realizado por la Technische Universität Dresden (Alemania) y el Instituto Max Planck de Ciencias Cognitivas y Cerebrales, y recogido por el sitio Psy Ciencia, sugiere que al observar a un sujeto en situación de estrés puede ser suficiente para hacer que el organismo genere la hormona que lo provoca.

Andrew Imanaka (CC) Flickr
Andrew Imanaka (CC) Flickr

Los encargados de la investigación determinaron que no es necesario que la persona conozca al otro para contagiarse con esta ansiedad. Un ejemplo es cuando aparece en un programa de televisión el sufrimiento de desconocidos, lo que puede provocar estrés en el espectador.

5- Sensación de frío

Por curioso que parezca, lo cierto es que la sensación de frío puede contagiarse con el resto, aún cuando no sintamos en un comienzo que la temperatura esté baja.

Así lo afirma un estudio recogido por el periódico español El País, que indica que si vemos a una persona tiritando, es probable que nosotros mismos comencemos a sentir frío debido a, nuevamente, las neuronas espejo.

En ese sentido, Ignacio Morgado Bernal, catedrático de psicobiología de la Universidad Autónoma de Barcelona, afirmó que “todo el cerebro es espejo”, es decir, si nos estimulan de la misma forma es probable que se activen las mismas áreas.

“Los humanos y muchos animales, como los primates, tendemos a imitar una conducta cuando la vemos, y también ensayamos neuronalmente una acción aunque no la estemos haciendo”, complementó.

Dicho en otras palabras, si vemos a alguien tiritando, podríamos interpretarlo como una anticipación de que hará frío.

Pixabay (CC0) Pexels
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