Durante Fiestas Patrias, una de las bebidas que más se consume es el vino. Y cómo no, si Chile es uno de los principales productores del mundo, por lo que se puede encontrar en numerosas variedades.

Aunque hay una gran variedad de estilos de botellas, todas tienen una cosa en común: una hendidura en la parte posterior.

Muchos creían que se trataba de un estilo o un adorno, sin embargo, estaban equivocados. La verdad es que el agujero fue creado con un propósito, del cual mucho se ha especulado, pero que a continuación desmitificaremos.

Según señala la revista estadounidense especializada en vinos, Wine Spectator, históricamente los sopladores de vidrio, quienes eran los que elaboraban las botellas, dejaban el fondo cóncavo para asegurarse que ésta podía mantenerse en pie. Con el tiempo, esto habría ayudado a determinar la integridad estructural de la botella.

Actualmente las botellas son más fuertes y hay otros procesos de elaboración, por lo que esta característica sería más que nada una tradición. Eso sí, hay quienes sostienen que esto ayuda a esparcir los sedimentos del vino en el fondo del envase, por lo que no se mezclarían al servirse.

La revista precisa además que el fondo hundido de las botellas no tendría un objetivo funcional en el vino, sin embargo, en el caso de los espumantes ayudaría a distribuir de manera uniforme la presión en el interior, evitando que estallen.

“Primero, no está relacionado con la calidad del vino. La gente cuando compra una botella de vino siempre se fija y toca la base de la botella para ver qué tan profunda es la hendidura, pero no tiene ninguna relación”, señaló a Las Últimas Noticias Marcelo Pino, sommelier chileno y embajador de Viña Casa Silva.

“Sin importar que la botella sea redonda, cuadrada, con una hendidura más profunda o plana, el vidrio no le entrega ninguna característica al vino”, agregó.

Por ello no juzgues el vino por su botella…