El mes pasado conocimos el caso de un joven inglés que ignoró todos los consejos de higiene bucal existentes y no se lavó los dientes por 20 años, lo que le trajo nefastas consecuencias: sus dientes se pudrieron y debieron ser reemplazados por implantes.
Algo similar le ocurrió a una mujer australiana de 51 años llamada Terese Loverso, quien desarrolló una fobia al dentista que hizo que evitara visitar uno durante 15 años. Como resultado, su dentadura quedó completamente dañada, con una infección severa en las encías, muy mal aliento, dientes sueltos e incluso perdió 7 piezas dentales.
Tal como señala el diario británico Daily Mail, para revertir la situación, Loverso -quien trabaja como agente de bienes raíces- debió no sólo de una vez por todas enfrentar su miedo, sino que además pedir un crédito de casi 30 millones de pesos, que es lo que costaba recuperar su sonrisa.
El procedimiento al que se sometió la mujer oriunda del estado australiano de Victoria, duró cinco horas y le cambió completamente la vida.
“Tenía miedo de ir al dentista, siempre he sido así, empezó cuando era muy joven. Pronto mis dientes comenzaron a tener lagunas y estaban todos realmente sueltos. Estaban podridos y mi aliento olía horrible”, expresó. “Mis amigos me dijeron que era una mujer bonita, pero tenía que hacer algo por mis dientes”, explicó.
“Traté de ir al dentista unas cuantas veces antes, pero me asusté mucho y tuve que irme”, contó, asegurando que su miedo era tan grande que pensaba que iba a morir.
“Llegué al punto en el que no me gustaba que nadie estuviera cerca de mi boca, tenía tanto miedo”, expresó.
Tras vivir muchos malos ratos por culpa de su dentadura, el año pasado Terese tomó la decisión de pedir un crédito para financiar el procedimiento. “Me di cuenta que como agente de bienes raíces que trabaja cara a cara con los clientes, tenía que hacer algo, pero mi miedo me impidió dar ese primer paso”, dijo Terese.
La mujeres reveló que cuando vio por primera vez sus nuevos dientes, no lo podía creer. “Mi sonrisa y mis dientes se vían hermosos, me miré en el espejo y me sentía increíble”, dijo Terese después de su transformación.
“Mi cara todavía estaba hinchada por la cirugía, pero estaba tan feliz que me sentí instantáneamente segura y no podía dejar de demostrarlo”, añadió.
“Una vez que la hinchazón bajó mi cara se veía más delgada. Mi cuello se ha adelgazado también y mis características se destacan más.
Luego de someterse al tratamiento, la mujer dijo que incluso la relación con su pareja, Darren, se ha visto favorecida. “Mi pareja hizo la cita en el dentista y fue conmigo, no podría haber entrado allí sola”, indicó la mujer, asegurando que ambos recuperaron la pasión perdida después del cambio. “Mi relación con mi pareja también mejoró porque ya no estaba preocupada de mi aliento. Es emocionante y romántico de nuevo, hemos reavivado nuestra chispa”, complementó.
Junto que renovar su dentatura, Terese bajó de peso, lo que la ha hecho recuperar su autoestima. “Mi cuello se ha adelgazado y mis características destacan más”, afirmó. “No pude masticar durante tres meses después del tratamiento, tuve que llevar una dieta de alimentos suaves, pero he perdido 15 kilos, así que no me quejo”, especificó.
“Antes de la cirugía odiaba mi sonrisa y ahora estoy sonriendo al mundo. Incluso me tomé fotografías profesionales unas semanas después de la cirugía”, comentó a Daily Mail.
“Estoy mucho más segura en el trabajo ahora, no puedo dejar de sonreír y hablar con la gente, ha cambiado mi vida”, expresó la mujer, añadiendo que a medida que su confianza creció notó cómo sus ventas aumentaron. “He ganado premios e incluso me convertí en la vendedora del trimestre”, reveló.
Respecto a la cantidad de dinero que debió gastar, Terese explicó que fue tan caro en su caso porque sus dientes se estaban pudriendo, pero que quienes tienen problemas menos severos no tendrán que desembolsar tanto y que además en muchos lugares dan facilidades de pago.
Por último indicó que los implantes ni siquiera se percibe. “Nunca he sentido como si tuviera implantes dentales, si no se lo mencionara a la gente pensarían que era mi sonrisa real”, afirma Teresa y aconseja a quienes tienen miedo al dentista: “Encuentra a un dentista con el que te sientas cómodo y confía en él, esto hace toda la diferencia. Ahora puedo ir al dentista y dejar que me toquen la boca sin asustarme. Enfrente la situación y mi miedo de ir al dentista desapareció por completo”.