Si eres de los que prefiere leer un libro, escuchar música o cualquier otra actividad que no requiera movimiento físico en vez de ejercitar tu cuerpo: tranquilo, todo estaría perfecto.

De acuerdo al nuevo estudio que realizaron en conjunto los especialistas de la Universidad de Apalaches, en Carolina del Norte, y la Universidad de la Costa del Golfo de Florida, en Fort Myerts, las personas que tienden a ser más flojas son, al mismo tiempo, más inteligentes que el promedio.

Según recogió el diario español El País, quienes gozan de un coeficiente intelectual más alto no se aburren nunca realizando actividades que no requieren mayor esfuerzo, pues pasan largos períodos ensimismados e interactuando con su ‘yo’ interior.

Los investigadores analizaron los perfiles de dos grupos de 30 jóvenes y concluyeron que uno de ellos mostraba una alta tendencia a disfrutar los esfuerzos cognitivos y en el otro, el mismo índice no superaba los niveles promedio de la población.

Los académicos, además, les hicieron preguntas como “¿te gusta enfrentarte a situaciones que te hagan reflexionar?”, “¿te divierte pensar?”, o “¿te gustan las tareas que, una vez aprendidas, no necesitan que pienses demasiado?”, creando estadísticas de acuerdo a sus preferencias.

Tras esto, fueron monitoreados mediante brazaletes que medían el esfuerzo físico que realizaron durante un período definido.

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Los resultados revelaron que el primer grupo tuvo sólo movimiento durante la semana y, durante sábado y domingo, la actividad disminuyó drásticamente. El psicoterapeuta Ares Anfruns explicó al medio español que “las personas con altas capacidades intelectuales se caracterizan, entre otras cosas, por comprender ideas complejas y abstractas y por poseer un comportamiento creativo a la hora de encontrar soluciones”.

“Debido a esta condición su ritmo para pasar a la acción y ‘ponerse en marcha’ es diferente al de otros; no es que no lo hagan sino que lo retardan. No es la pereza lo que les define sino un ritmo diferente”, continuó.

Por esto, no se puede afirmar completamente que las personas perezosas son más inteligentes-tampoco lo contrario-, pero este estudio sería un importante precedente.

Pon ojo con esto, ya que hace un mes te contábamos que si te consideras una persona activa y aún así realizas estas acciones acciones por un caricaturizadas por un gracioso viral de producción chilena, en realidad podrías ser un ‘flojo’.

De todas formas, no todo es blanco y negro. También se observó que hay diferencias entre las personas que, se considera, están igualmente capacitadas para una misma función.

Y es que, por ejemplo, pareciera que dos personas que cumplen la misma labor en una empresa realizan los mismos esfuerzos, pero no. Quienes disfrutan de la actividad cognitiva se estimulan más cuando tienen que resolver problemas complejos mediante ideas, mientras que las otras personas buscan alejarse de lo complejo yendo al baño o saliendo a caminar por unos minutos.

Kurt von Hammerstein-Equord, un antiguo oficial alemán, coincidió en su época con esta teoría. De hecho, él clasificó a sus inferiores en cuatro categorías: los inteligentes, los trabajadores, los tontos y los vagos.

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“Los inteligentes y trabajadores son para el Estado Mayor; los otros, los tontos y vagos, forman el 90% de todos los ejércitos y son muy aptos para las tareas de rutina. El que es inteligente y, a la vez, vago, se califica para las más altas tareas de mando, pues aporta la claridad mental y el aplomo necesarios para tomar decisiones de peso. Del que es tonto y trabajador hay que protegerse; en ese no se puede delegar ninguna responsabilidad, pues siempre causará alguna desgracia”, explicó.

Incluso el cofundador de Microsoft, Bill Gates, había dicho que “siempre voy a elegir a una persona perezosa para hacer un trabajo difícil porque él encontrará una manera fácil de hacerlo”

Pero tranquilo, no te creas tanto. Disfrutar de tu intelectualidad y no realizar ejercicios físicos te traerá, de todas formas, serios problemas a la salud.