Cameron Simmons, un niño adolescente de 13 años, había tenido recién una gran pelea con su mamá. Ya no quería vivir en la casa que compartía con ella en los suburbios de Sumter, Carolina del Sur, Estados Unidos.
Sin muchas opciones, Simmons decidió llamar a la policía local y pedir ayuda.
La llamada fue contestada por el oficial Gaetano Acerra, quien tras escuchar lo que el adolescente tenía para decir, este decidió ir directamente a su domicilio e investigar la situación.
Acerra, al llegar al sitio, atendió a Cameron y decidió revisar el hogar y el dormitorio donde este vivía.
Para gran sorpresa del policía, el adolescente descansaba en muy malas condiciones: un colchón inflable servía como cama, el cual le daba dolores de espalda, y no tenía ningún mueble en todo el espacio. Todas sus cosas estaban en el suelo.
Tras el impacto de la situación, el policía decidió ayudar a Simmons y, sin avisarle, volvió al lugar tras varias semanas con un par de regalos.
Acerra traía consigo una cama de dos plazas para el adolescente, un escritorio, una silla, un televisor y una consola de videojuegos.
“Pensé en las pequeñas cosas que necesitaba y que podría darle para que fuera un niño feliz. No lo hice para quedar bien o para que la gente me conociera. Lo hice porque podía. Era lo correcto y creo que la gente debería hacer cosas como estas“, explicó Acerra al canal de televisión WIS.
La vida de Simmons cambió de inmediato y, tras hacerse conocida la historia, la comunidad aplaudió y felicitó el trabajo del policía a través de redes sociales.
Revisa la historia completa en video a continuación:
