Alex Gruetzmacher es un joven estadounidense de 25 años que vive en Eau Claire, estado de Wisconsin.

Desde que nació ha sufrido de ceguera del color o daltonismo, que es cuando alguien tiene un problema con los pigmentos en ciertas células nerviosas del ojo que perciben los colores y, por lo tanto, no los puede ver bien.

Existen distintos tipos de daltonismo, explica la Biblioteca de Medicina de Estados Unidos: hay personas que no pueden ver uno o varios colores, mientras otros no pueden distinguir los distintos tonos y sombras.

En el caso de Alex, no puede ver los rojos, naranjos, cafés ni verdes, mientras que tiene dificultades para distinguir los azules y rosas.

Y ahora, por primera vez en su vida pudo ver bien, gracias a que sus amigos le prestaron unos lentes creados especialmente para daltónicos, llamados Enchroma glasses.

Los lentes pertenecían al padre de uno de sus amigos, que posee una condición similar, y se los prestaron para ver si le servían. El resultado fue inmediato: en cuanto se los puso, comenzó a observar colores que nunca había visto.

Ante esto, el joven no pudo contener las lágrimas y se puso a llorar de la emoción, reacción que fue grabada por sus compañeros.

Lo que más le impresionó, relató uno de sus amigos al periódico inglés Daily Mail, fue ver los colores de las flores, del chocolate y del atardecer.

El joven no sabía que tenía esta condición durante la mayor parte de su niñez, hasta que en su adolescencia fue rechazado del ejército por fallar en 13 de las 14 pruebas de visión cromática.

Tras ver los colores, Alex afirma que el rosado es su favorito, y junto a sus amigos están juntando dinero para comprarle sus propios lentes.