A veces solo basta ser el hijo de alguien y tu vida puede estar asegurada.
Ese es el caso de Alexandra Andresen: noruega de 20 años y la mujer billonaria más joven del mundo según datos entregados por la revista Forbes.
Hoy su fortuna asciende a los 1200 millones de dólares, lo que la ubica en el puesto 1679 de la lista Forbes mundial y en el puesto 11 de Noruega. ¿Su principal fuente de ingresos? Las inversiones de la empresa familiar Ferd (“Viaje” en noruego) según este reconocido medio.
Pero, ¿Cómo lo hizo? El padre de Alexandra, Johan Andresen, transfirió a ella y su hermana mayor Katharina en 2007 un 42% de las acciones de Ferd a ambas, pero manteniendo el control efectivo de la empresa con un 70% de los votos. Esto fue lo que significó que la joven mujer se convirtiera en la billonaria más rica del mundo.
Si bien Ferd realiza exitosas inversiones, el origen de la fortuna se remonta hace más de un siglo, en Noruega, donde la familia se hizo famosa por la venta de una marca de tabaco: “Tiedemanns”. Esta fue vendida en 2005 por 480 millones de dólares y de ahí que las inversiones han permitido hacer crecer la fortuna.
Por su parte, Alexandra no trabaja en la empresa pero sí se ha dedicado a la vida de jinete, ganando varios premios durante su carrera. Ha dicho públicamente que es su pasión y que espera dedicarse de por vida a este deporte mientras pueda.
A diferencia de otras celebridades con fortunas como estas, la familia Andresen ha enseñado a no malgastar el dinero en fiestas o lujos innecesarios. “Ahorro cuando recibo mi mesada y también cuando gano premios por competencias. Eso me permite comprar lo que de verdad quiero cuando lo necesito, como un par de zapatos o una cartera”, declara a The Independent.
