El mito popular dice que la gran mayoría de los nadadores suele orinar en las piscinas, sin importar si hay más gente en ella.

Si bien esto se había mantenido como un “secreto a voces”, un reciente estudio lo confirmó. Y no sólo eso, sino que además el informe precisó cuantos son los litros de orina que generalmente encontramos en estos lugares.

Un equipo de científicos de la facultad de Medicina de la Universidad de Alberta, en Canadá, tomó 250 muestras en 23 piscinas y 8 jacuzzis de dos ciudades canadienses durante tres semanas.

En este análisis, el objetivo fue detectar los niveles de acesulfamo potásico (ACE) en el agua, un edulcorante artificial que está presente en muchos alimentos y que es expulsada completamente a través de la orina, lo que la convirtió en el indicador ideal para el trabajo.

Mathew Ingram (CC) Flickr
Mathew Ingram (CC) Flickr

Los resultados fueron claros: en una de las piscinas que contenía 416 mil litros de agua (tamaño aproximado de 20 x 10 metros y 2 metros de profundidad) se encontró 30 litros de orina, mientras que en otra del doble de tamaño se detectó 75 litros de orina.

Si bien es una muestra escasa, los investigadores encontraron este edulcorante en el 100% de las piscinas analizadas. En el caso de las tinas de hidromasaje los resultados son peores, ya que los niveles de orina eran tres veces más altos que en las piscinas.

¿Y qué ocurre en las piscinas olímpicas? Los expertos concluyeron que se vierte una media de 225 litros de orina. Eso sí, estas tienen más de dos millones de litros de agua.

Muchos se pueden estar preguntando si esto representa un riesgo para la salud humana. Si bien la investigación explica que la orina es una sustancia estéril y que no es nociva, algunos de sus componentes como la urea o el amoníaco pueden reaccionar con el cloro, provocando irritación de ojos.

Matias Garabedian (CC) Flickr
Matias Garabedian (CC) Flickr

De hecho, un estudio de la Universidad Purdue cuyos resultados fueron recogidos por el periódico español ABC, asegura que la mezcla de orina con el cloro de las piscinas puede provocar la aparición de tricloramina y cloruro de cianógeno.

Mientras que la primera se relaciona con problemas pulmonares, la segunda podría generar daños en el corazón y el sistema nervioso central.

Sin embargo, hay quienes aseveran que haría falta una enorme cantidad de orina como para originar estas sustancias en niveles que fueran tóxicos para el hombre.

Michael Phelps | Wikimedia (Cc)
Michael Phelps | Wikimedia (Cc)

Recordemos que el propio Michael Phelps confesó en una entrevista en 2012 que orina a menudo en la piscina.

El nadador, de 31 años, precisó que los nadadores profesionales no pierden tiempo yendo al baño cuando sienten la llamada de la madre Naturaleza. “Creo que hacemos todos pipi en la piscina”, dijo en una corta entrevista de vídeo con el Wall Street Journal.

“Es algo normal para los nadadores. Cuando estás en el agua durante dos horas, no sales sólo para ir a orinar (…). El cloro ya se encarga de matar todo eso, no es nada grave”, añadió.