Los ‘sex toys’ (juguetes sexuales) contienen menos materias peligrosas que los juguetes de niños, indicó el lunes la autoridad de inspección de productos químicos suecos, que llevó a cabo el estudio comparativo.

En 2015, este ente regulador halló productos químicos prohibidos en 15% de los juguetes, y sólo 2% en los ‘sex toys’.

“Esta es la primera vez que realizamos este estudio” y “fue un poco sorprendente”, comentó una inspectora, Frida Ramstrom, interrogada por AFP.

De los 44 juguetes sexuales controlados, sólo un vibrador de plástico plantea problemas con su parafina de cloro, componente peligroso para el medio ambiente y sospechado de ser cancerígeno.

Según Ramstrom, los vendedores de accesorios sexuales escogen proveedores respetuosos de las normas sanitarias europeas. “Las empresas suecas compran a distribuidores y son buenas poniendo sus exigencias”, declaró.

La inspectora estimó difícil en cambio explicar por qué las normas no se cumplen más a menudo con los juguetes, importados de Asia en su gran mayoría.

La Inspección de productos químicos observó sin embargo la presencia de ftalatos en tres ‘sex toys’ (dos de imitación de cuero y una cinta adhesiva) con concentraciones superiores a 0,1%, límite a partir del cual tiene que ser mencionado.

La Unión Europea autoriza esas sustancias que hacen más flexible el plástico, pero las considera como peligrosas y los somete a autorización caso por caso, ya que pueden perturbar el equilibrio hormonal y la fertilidad humana.