Fue bautizado como Sailing Yacht A, y hoy es el velero privado más grande de la historia con 142,8 metros de eslora (longitud desde la proa hasta la popa). ¿Su costo? Entre 300 y 450 millones de euros. ¿Su dueño? El millonario ruso Andrey Melnichenko, que tras un impulso náutico encargó el diseño de la nave al reputado Philippe Starck.
El velero, que ya está en el mar y que por estos días desarrolla su primera gran misión (navegar por las aguas de Kiel, Alemania), enfrenta también su primer gran problema: la posibilidad de quedar atrapado en el mar Báltico. Esto, debido a sus magnas proporciones.
Según publicó el diario británico Daily Mail, las dimensiones del Sailing Yacht A no concuerdan a las del puente Öresund, que conecta Dinamarca con Suecia. La estructura mide 57 metros de alto,y los mástiles del velero superan los 90 metros. El dato, apenas publicado, fue desmentido por un vocero del billonario.
“Sailing Yacht A cruzará a través del estrecho de Drogden, donde el calado máximo es de 8,3 metros“, contó el vocero de Melnichenko en la revista Boat International, especializada en temas náuticos, tal como reproduce el sitio web Nauta360. “Aunque ha sido diseñado para tener un calado de ocho metros cuando está totalmente cargado, el barco navega en condiciones de carga ligera a 7,5 metros“, contó .
Otro dato del Daily Mail tiene relación al aeropuerto Copenhague-Kastrup (Dinamarca), el cual tampoco permitiría el paso del velero. El ente resguarda el paso de las embarcaciones, y a pesar que el único requerimiento es una notificación emitida 24 horas antes del viaje, las dimensiones de la nave dificultarían su acceso.
El velero ha sido polémico desde su construcción en Alemania. Allí, en una de sus primeras pruebas, se vislumbró una trizadura en uno de sus mástiles, lo que provocó críticas al ensamble que, a la larga, no fueron respondidas.
Algunos datos de la nave: su manga (ancho) mide 25 metros, sus mástiles miden 90 metros y son capaces de soportar más de 3.700 metros cuadrados de superficie. Sus palos, son comparados con la torre Big Ben de Londres por su altura: uno de ellos, incluso, fue adaptado como camarote. El diseño de las velas, aparejo e ingeniería general, estuvo a cargo del estudio holandés Dykstra Naval. Magma Structures hizo los mástiles. Valencia Futures Fibres, construyó las botavaras. La estadounidense Doyle Sails, trabajó en las velas.
