La imagen de una tierna y amable abuelita norteamericana de 102 años siendo trasladada por la policía con sus manos esposadas ha dado la vuelta al mundo durante las últimas horas.

Eso sí, en su defensa es importante aclarar el contexto de la situación. Se trata de Eddie Simms, una anciana que dentro de las cosas que siempre quiso hacer antes de morir era ser arrestada.

Fue así como el pasado viernes dos oficiales la ubicaron en el asiento trasero de un vehículo policial y la llevaron hasta el St. Louis’ Five Star Senior Center, un centro benéfico al que la mujer acostumbra donar gorros, bufandas y guantes que ella misma teje.

The Huffington Post
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Tal como publicó el periódico norteamericano The Huffington Post, el gesto -ocurrido el pasado viernes- fue una forma de premiar la solidaridad de la señora Sims.

Tras ser consultada por la experiencia, la mujer comentó: “Oh si, me gustó, las esposas y todo”. Una vez en el centro la señora Simms jugó bingo y compartió con los presentes.

Pero no sólo eso ya que además aprovechó la instancia para enviar un potente mensaje: “Sigan adelante, nunca se detengan sin importar lo que estén haciendo, y dediquen tiempo ayudando a la comunidad porque algunas veces la persona a la que te acerques y hables no tendrá a nadie más con quien conversar”.

The Huffington Post
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