Fue en 2013 cuando Margaret Mcmahon, de 48 años y originaria de Belfast, Irlanda, acudió a los médicos por una hinchazón en su estómago y fuerte dolor abdominal.
En aquella oportunidad los especialistas le diagnosticaron síndrome del intestino irritable, una enfermedad bastante común aunque incómoda.
No obstante no experimentó la típica hinchazón relacionada al síndrome, sino que era mucho más marcada. Según indicó al periódico británico The Sun, junto con el marcado bulto comenzó a sentir deseos de orinar con mayor frecuencia. “Era como vivir con un embarazo perpetuo”, comentó.
“La diferencia está en que cuando estás embarazada, tú sabes que en algún momento tendrás a tu bebé”, agregó Margaret, asistente de clases y madre de dos hijos.
Después de años de dolor crónico en sus caderas y espalda baja, comenzó a sospechar sobre la fiabilidad del diagnóstico que los doctores le habían entregado.
A estas alturas ya se le hacía imposible realizar su vida con normalidad, e incluso tuvo que dejar de trabajar “porque sentía demasiada presión en la vejiga”.
Los malestares se presentaban además después de comer, momento en el que se sentía “sumamente enferma”, además de tener intensos dolores punzantes en el abdomen.
Fue así como decidió someterse a un escáner completo, el que confirmó sus miedos. Los resultados revelaron que tenía una gran masa en su útero, confirmándose con nuevos exámenes que se trataba de fibromas uterinos no cancerígenos, las que son formadas por células musculares u otros tejidos que se desarrollan dentro de la pared del útero.
Estos fibromas son comunes en las mujeres que tienen más de 30 años, aunque generalmente son demasiados pequeños como para causar dolor o hinchazón. La masa que tenía Mcmahon en su cuerpo era de 18 centímetros de largo, y tenía el tamaño de una sandía.
Tres años de diagnósticos erróneos y fuertes síntomas la llevaron a una inevitable histerectomía en marzo pasado, la que afortunadamente resultó sin complicaciones.
Así Mcmahon pudo volver a disfrutar de la vida que llevaba hasta antes de los fibromas, y de hecho después de la intervención quirúrgica se trasladó hasta España junto a su familia para pasar unas inolvidables vacaciones.
Advertencia: A continuación podrás ver la imagen de la masa extraída desde el útero de Margaret Mcmahon, registro que podría herir la sensibilidad de algunas personas.
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