Muchas veces los estrictos códigos de vestimenta pueden dar pie para que ocurran las situaciones más insólitas, como es el siguiente caso.
June Rivas es una joven que trabaja en una oficina en Chicago, Estados Unidos. Un día, y de manera sorpresiva, su jefa le indicó que no podía volver a presentarse con el pañuelo étnico que acostumbraba a usar.
La situación fue denunciada por la propia June a través de una publicación en su cuenta de Facebook, en la que evidenció su profundo malestar por considerarla “injusta”.
De hecho, comentó que en su lugar de trabajo ni siquiera existía un código de vestimenta, y que los únicos requisitos respecto a la presentación era ir “limpio y ordenado”, algo que la joven cumplía cabalmente.
Esto la llevó a presentar una queja en contra de su empleadora, quien para defenderse argumentó que sí existía un reglamento al respecto, el que prohibía llevar accesorios como sombreros, sandalias, escotes y bandas culturales en la cabeza.
Si bien June debe esperar a que la US Equal Employment Opportunity Commission (“Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo de EEUU”, en español) tome una decisión frente al tema, optó por continuar asistiendo a su trabajo vestida con un cosplay diferente cada día.
Aún cuando lo más probable es que su jefa no haya estado muy feliz de verla así, June aseguró no estar quebrantando ninguna norma, ya que no iba con “sombreros, sandalias, escotes o bandas culturales”.
Las imágenes se han viralizado en la web rápidamente, y ya cuentan con más de 25 mil “me gusta”. Por mientras, habrá que esperar para ver cómo concluye esta historia.
