Seguramente has escuchado el dicho “una manzana podrida puede echar a perder al resto” cuando nos referimos a alguien que no es buena influencia, pero lo cierto es que esto realmente sucede con la fruta.

Que una manzana en mal estado arruine a la que está al lado es totalmente cierto y según el sitio español The Huffington Post todo esto se debe al gas etileno, el responsable de la maduración de la fruta conocido como “la hormona del envejecimiento de las plantas”.

Cuando una manzana está dañada, más gas etileno produce por lo que inevitablemente daña a las demás frutas que están a su alrededor provocando que la mayoría tenga un envejecimiento muy prematuro y por lo tanto, cambien su color y textura.

Algo similar al gas etileno ocurre con el moho, aunque la razón es distinta: los hongos que invaden a una manzana pueden contagiar al resto ya que el moho se extiende en búsqueda de alimento.

Para evitar que esto ocurra hay que quitar de inmediato la fruta en mal estado. Además, si quieres que la manzana dure más, puedes almacenarla en el refrigerador, ya que refrigerar la fruta con mucho gas etileno puede retrasar la velocidad con la que madura.