Tras meses sin reportes confirmados, el Departamento de Salud de Florida anunció la aparición de un caso de Naegleria fowleri dentro del condado de Hillsborough, en la ciudad de Tampa.

Sin dar detalles acerca del lugar específico donde se conoció el hecho, mucho menos del paciente, la entidad emitió una alerta para que la población procure no dejar que agua entre a su nariz.

Esta medida va dirigida a todos quienes consuman agua de la llave, además de los bañistas que deseen visitar cuerpos de agua dulce cálidos.

Lo anterior puesto que esta ameba “come cerebros” ingresa al cuerpo a través del agua y solo por esta vía respiratoria.

Una vez dentro inicia su camino hacia el cerebro, donde daña los tejidos de tal manera que usualmente genera la muerte de la persona a la semana del contacto.

Según reportó Insider, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por su sigla en inglés) registraron 34 infecciones en Estados Unidos entre 2009 y 2018.

De ese total, 30 personas se infectaron tras nadar, tres lo hicieron luego de ocupar agua potable y una se enfermó tras deslizarse por un tobogán.

Pero ese balance no considera a Lily Mae Avant, una niña de 10 años que murió en septiembre de 2019 debido a esta ameba, la que ingresó a su cuerpo tras nadar en un río y en un lago del sur de Texas.

Sus síntomas incluyen dolor de cabeza, fiebre, náuseas, desorientación, vómitos, endurecimiento del cuello, convulsiones, problemas de balance e incluso alucinaciones.

Según el citado medio, la fatalidad de esta infección es del 97% y solo se conoce de cuatro personas, de un total de 145, que han sobrevivido a sus efectos.

Nadie se puede infectar con Naegleria fowleri bebiendo agua contaminada ni por gotitas respiratorias, como ocurre con el coronavirus. Tampoco se puede contagiar de persona a persona, a diferencia de la actual crisis sanitaria.