Una de las formas más efectivas de disminuir el riesgo de contagio de coronavirus, en el marco de esta pandemia, es tener excelentes hábitos de higiene personal y de aseo de espacios. Pero no todos saben cómo sanitizar correctamente un lugar, en especial cuando se trata de sitios comunes como oficinas o condominios.
Al respecto, Paulo Bustos, gerente de operaciones de la empresa de sanitización, aseo, limpieza y seguridad KSFChile Spa, que se dedica principalmente a industrias, oficinas y condominios, entrega algunos consejos para aclarar las dudas.
En primer lugar, expresa que siempre es importante contar con una opinión profesional sobre el tema y no actuar por pánico, ya que hay ocasiones en que en realidad no es necesario sanitizar.
“Ha habido alta demanda del servicio, pero la verdad es que hay casos en que la gente está actuando más por pánico que por necesidad real. Nosotros hemos estado escuchando las solicitudes y hemos ido cuando efectivamente existe alguna posibilidad de contagio real, o de sospecha de alguien que haya estado en contacto con el virus, porque en ocasiones basta con que se tomen medidas personales de limpieza para prevenir”, afirma.
“Para los condominios donde haya un caso, por ejemplo, se sanitiza puntualmente donde la persona reside o su entorno, pero no los lugares que no frecuente, porque sería inútil. Sería como perder el producto, ya que no hay ninguna razón para sanitizar. Nuestra recomendación es que se aplique un servicio de sanitización profesional donde existan casos puntuales, para que esté bien hecho”, agrega el especialista de KSFChile Spa.
En segundo lugar, llama a tener cuidado con el servicio que se contrate, porque debido a la pandemia han surgido muchas personas que están ofreciendo sanitización, pero que en realidad no tienen experiencia en el manejo de equipamiento o químicos, lo que puede terminar siendo un riesgo para todos.
“Lo primero que debería fijarse es que la empresa tenga un registro histórico realizando esta actividad. Con la pandemia surgieron hartos emprendimientos en el área, y no es por dejarlos de lado, pero se necesita más tiempo para poder ganar experiencia en los protocolos, conocer los productos químicos y las máquinas, porque si no se utilizan bien, puede ser un riesgo para los trabajadores e incluso para los clientes“, advierte.
En ese sentido, Paulo Bustos acota que KSFChile Spa lleva más de 6 años en el rubro y que con el tiempo han aprendido sobre el manejo de los productos y cómo usarlos adecuadamente en cada espacio y situación.
Además, alerta que hay muchos trabajadores que se están dedicando a esto de manera informal, por lo que si tienen un accidente con un químico, que puede ocurrir por la falta de experiencia, no tienen una previsión que responda.
“A veces los trabajadores ni siquiera tienen un contrato laboral con las empresas, o las mismas personas que inician el emprendimiento empiezan a comprar equipos y químicos que creen que les pueden servir, y resulta que en la aplicación hay varios riesgos que uno tiene que considerar. Si el empleado no tiene un contrato formal con la empresa, está asumiendo riesgos que no debería asumir, porque no tiene un seguro médico que vaya a responder”, apunta el ejecutivo.
Por lo mismo, en KSFChile Spa todos los funcionarios cuentan con contrato, y señala que eso también le da más seguridad a los clientes, pues recalcan que es importante que haya una compañía detrás que se responsabilice por cualquier inconveniente con el servicio.
Dónde sanitizar y cada cuánto tiempo
Respecto a aspectos más técnicos de una limpieza y desinfección, el gerente de operaciones de KSFChile Spa relata que “los lugares más importantes son lógicamente los que tienen más uso. Por ejemplo, en una oficina son las manillas de las puertas, los interruptores, los teclados, las cocinas, los lugares donde hay más tránsito de personal”.
“No se realiza el mismo tratamiento, con el mismo producto, en toda una oficina, por eso es recomendable que lo haga alguien que sepa. Uno analiza en detalle cada sitio”, dice.
Asimismo, recalca que hay varios factores que se deben analizar antes de llevar a cabo el proceso, como si hay personas muy adultas que frecuentan el sitio, o si hay quienes podrían tener alguna enfermedad y reaccionar mal ante un producto específico.
“En el caso de la frecuencia, va muy de la mano con el efecto de cada producto. Por ejemplo, el amonio cuaternario, que es uno de los más conocidos, tiene un tiempo de activación de 24 horas, y después va decayendo entre el cuarto y quinto día. Entonces, la recomendación es que ese tipo de sanitización general se haga una vez por semana”, describe.
“Sin embargo, hay lugares que se usan con más frecuencia, que requieren una sanitización diaria. Para eso, el personal de aseo de la empresa debería recibir una capacitación”, añade.
Y destaca que “la sanitización en un espacio común abierto no es la misma que en un lugar cerrado, porque no se trata de lanzar algo al aire y que caiga donde sea, sino que hay que aplicarlo de manera adecuada y al detalle”, así que reitera la importancia de asesorarse con expertos del área.
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