Hoy en día parece que el mundo completo gira en torno al coronavirus, lo que erróneamente puede inducir a creer que todo es una amenaza para nuestra salud, incluso respirar. Bueno, eso no es completamente cierto.

Si bien el llamado a extremar cuidados sigue vigente, y se mantendrá activo quizás por cuánto tiempo, la ciudadanía parece estar preocupada por cosas más cotidianas.

Ejemplo de lo anterior es la presencia del patógeno o elementos comunes y corrientes e incluso en partes del cuerpo.

Así, The New York Times le pidió a sus lectores que le enviaran dudas al respecto, las que el matutino procesó, eligió las más repetidas e investigó qué hacer ante cada caso.

Conoce a continuación las recomendaciones de los especialistas consultados, desde expertos en enfermedades infecciosas hasta científicos de aerosoles, pasando por microbiólogos.

Salidas

Parte de las consultas dijeron relación con la necesidad de bañarse o cambiarse ropa tras volver a casa de una salida al exterior. La respuesta es no, pero no hay que olvidar el lavado de manos.

“Una gotícula que es lo suficientemente pequeña como para flotar en el aire durante un tiempo tiene muy pocas probabilidades de alojarse en la ropa debido a la aerodinámica”, indicó Linsey Marr, especialista en aerosoles del Instituto Politécnico y Universidad Estatal de Virginia.

Según complementó, las gotas “son tan pequeñas que se moverán en el aire alrededor de tu cuerpo y tu ropa” debido a esta área de la mecánica.

“La mejor manera de describirlo es que las gotitas siguen las corrientes de aire alrededor de una persona, porque nos movemos relativamente despacio. Son como los pequeños insectos y las partículas de polvo que flotan en las corrientes de aire alrededor de un auto que va a baja velocidad, pero que potencialmente pueden chocar con el parabrisas si el auto va lo suficientemente rápido”, explicó.

“Los humanos por lo general no se mueven lo suficientemente rápido para que esto suceda. Mientras nos movemos, apartamos el aire de nuestro camino y, con el, la mayoría de las gotitas y partículas también se apartan de nuestro camino”, precisó.

Es por ello que una persona debería esparcir o estornudar una gran cantidad de gotas para desafiar las leyes de la física y que estas lleguen a tu cuerpo, cuando efectivamente deberías bañarte al llegar a casa.

Pelo

Otras de las dudas fue sobre el peligro que el coronavirus se aloje en tu pelo o barba.

¿La respuesta? Sí, pero no es realmente una fuente de contagio de la cual tengas que preocuparte en demasía, de acuerdo a Andrew Janowski, profesor de enfermedades infecciosas pediátricas en el Hospital Infantil St. Louis de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington.

“Alguien debe estornudar y ese estornudo debe tener una cierta cantidad de virus. Luego debe caer sobre ti la cantidad suficiente de gotas”, detalló.

“Después tendrías que tocar precisamente la parte de tu cabello o ropa que tiene esas gotitas, las cuales ya habrían tenido una reducción significativa de partículas virales”, agregó.

A modo de concluir su intervención, Janowski concluyó que varias cosas deberían salir al pie de la letra para enfrentarte con una versión debilitada del SARS-CoV-2, por lo que afirmó que el riesgo es bajo.

Ropa

En tercer lugar, los lectores del Times consultaron por el manejo de la ropa a la hora de lavarla u ordenarla.

“La respuesta depende de si estás haciendo tu lavado de ropa de rutina o si estás lavando las prendas de una persona enferma”, establecieron.

Marr confirmó que el virus efectivamente puede depositarse en una prenda de ropa y luego ser liberado al aire debido a algún movimiento.

No obstante, la especialista catalogó que se necesitaría una gran cantidad de virus para que este tipo de acción llegara a ser de preocupación.

El caso opuesto es lo que ocurre cuando se trata de los ropajes de una persona que tiene Covid-19.

Así, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC en inglés) sugirieron ocupar guantes a la hora de tomar las cosas de un paciente y no sacudir nada frente a ti.

Sumado a ello, la publicación recordó un estudio publicado en el The New England Journal of Medicine, indagación que concluyó que el virus sobrevive hasta tres días en superficies duras como metal o cartón, aunque hasta 24 horas en el cartón.

Pese a que no tomó en cuenta telas, existe consenso entre especialistas que ese comportamiento sobre el carbón se replicaría en ese material, debido a sus fibras.

Correo o paquetes

Recibir cartas, cualquier otro tipo de correo o paquetes con productos no parece ser una causa de contagio, lo que no significa que hay que bajar la guardia.

Así, el citado medio recomendó desechar los envoltorios y no olvidar lavarse las manos.

Mascotas o ejercicio

Salir a ejercitarse o pasear a las mascotas son dos actividades que ha costado erradicar en la población, aunque no habría mayor problema de realizarlas si se hacen con aislamiento social, ni siquiera lavar la ropa que usemos (a menos que apeste, claramente).

“Estar al aire libre es seguro y ciertamente no hay nubes de gotículas respiratorias cargadas de virus merodeando por ahí”, sostuvo al Times Lidia Morawska, profesora y directora del Laboratorio Internacional de Calidad del Aire y Salud de la Universidad de Tecnología de Queensland, en Brisbane (Australia).

“Primero, cualquier gotita respiratoria infecciosa exhalada se diluye rápidamente en el aire, así que sus concentraciones enseguida se vuelven insignificantes”, añadió la especialista.

“Estar afuera no es realmente un problema, a menos que estemos en un lugar muy concurrido, lo que de todas maneras no está permitido en la actualidad”, destacó.

Zapatos

Un estudio publicado por la CDC sobre un grupo de trabajadores de la salud en China dio cuenta que la mitad de estos acarrearon coronavirus en sus zapatos.

Aquello no debería impresionar puesto que estaban trabajando en un recinto asistencial con pacientes que estaban enfermos con el nuevo coronavirus.

Así, si tus zapatos se pueden lavar, lávalos. Si no, es preferible no hacer nada.

Analizando una posible limpieza de la suela, especialistas aconsejaron no hacerlo, ya que se corre peligro de liberar virus y que estos lleguen a tus manos o a partes de la cara, exponiéndote innecesariamente.

Si aún así te sigue preocupando el recorrido que hiciste en tus zapatos durante el día, tal vez es mejor sacártelos antes de entrar a tu casa.

“Si queremos hablar de bacterias, sabemos que aman vivir en los zapatos”, dijo Janowski.