Durante enero se registraron las temperaturas máximas más altas en Santiago y en varias regiones en los últimos cien años y, al que considerar, que cada vez, la sensación térmica va en aumento. Así también, el índice UV que tenemos actualmente está en los niveles de radiación más altos de los últimos 8 años.

Según explica Constanza Moya, académica de la Facultad de Enfermería de la U. Andrés Bello, “existe una relación entre el efecto de la radiación ultravioleta de la piel y la contaminación del aire”.

“El smog del aire puede llegar a triplicar el daño de la radiación en la piel y derivar en algún cáncer o tumores malignos. Unas de las consecuencias de la alta irradiación ultravioleta es el aumento del cáncer de piel, posicionándose en el tercer cáncer con mayor incidencia en el país”, aseguró.

Es por ello que protegerse del sol es fundamental, para lo cual la enfermera aconseja:

Uso de bloqueador solar sobre factor treinta (FPS 30).

Aplicarlo media hora antes de exponerse al sol, y re aplicarlo cada cuatro horas y después del secado de la piel, luego de bañarse en piscinas, ríos o mar; aunque no esté directamente expuesto al sol, o, aunque esté nublado.

– El uso de lentes de sol, gorro o sombrero son un buen complemento.

– Es importante considerar los tiempos máximos de exposición solar, evitar tomar sol entre las 12 y 16 horas del día.

¿Y qué hacer en caso de quemaduras?

Debemos enfocar los cuidados al dolor y molestias que se pueden presentar, ya que una vez que se produce la quemadura solar, el daño en la piel ya está hecho.

“Primero, refrescar la piel, siempre con agua potable fría. Cuidado con las duchas, la piel quemada está muy sensible, y puede que el chorro de agua golpea la piel dañada, generando dolor. Sugiero el baño de tina”, explicó la experta.

Además recomienda geles de aloe vera, pero destaca que es “es importante aplicarlo posterior al lavado debido a sus múltiples propiedades”.

Según explica, estos hidratan y suavizan la piel “actuando como un excelente regenerador celular, es un antiinflamatorio natural que desinflaman las zonas dañadas, y como penetra fácilmente en la piel, es un potente cicatrizante”.

Todo lo anterior se debe complementar con una mayor ingesta de agua para evitar la deshidratación.

Sin embargo, “para quemaduras graves, en donde aparezcan flictenas, es imprescindible acudir al médico, para que recete el tratamiento adecuado”.