Diversas reacciones han generado las denuncias de ocho mujeres contra el director de cine Nicolás López, de quien aseguraron que incurrió en actos de acoso y abuso sexual en contextos de reuniones o conversaciones de trabajo.

Lo cierto es que el mundo del espectáculo está cada día más alerta a este tipo de situaciones, más aun teniendo en cuenta que hace un mes otro grupo de mujeres habían denunciado al director Herval Abreu de actos impropios contra personas que trabajaron en sus teleseries de Canal 13.

En cuanto a López, en las últimas horas surgió una nueva denuncia de parte otra actriz, Belén Mora (Morandé con Compañía), quien mostró mensajes de Twitter donde reprochaba al hombre haberle “agarrado una pechuga”. En ese momento, la respuesta de él fue: “Siempre agarro pechugas. Es una señal de afecto”.

En ambos casos se repitió un factor que llamó la atención, ya que las denuncias contra los dos directores se realizaron años después que los supuestos actos se hubieran llevado a cabo.

¿Por qué las víctimas tardan tanto en denunciar estos hechos?, BioBioChile se contactó con el psicólogo y académico de la Universidad Mayor, Rodrigo Brito, quien explicó algunos factores que determinan el silencio por parte de quienes han sido abusados.

“Es súper común y lo hemos visto en otros casos, como en la Iglesia. Tiene una explicación de sentido común, ya que las víctimas de abuso tienen en general una relación compleja con el abusador, en este caso de dependencia laboral. Son personas que de una manera se sienten frágiles, amenazadas y vulnerables. Por lo que denunciar significaría una merma laboral”, afirmó.

Mario Dávila | Agencia UNO
Mario Dávila | Agencia UNO

En este sentido, Brito agrega que muchas de las víctimas tienden a sentirse culpables por los hechos que han ocurrido, evitando denunciar actos impropios de otras personas por miedo a futuras críticas.

“Cuando hay abusos sexuales se instala la ‘Ley del Silencio’, es decir que las personas guardan silencio por vergüenza y culpa, que son emociones muy comunes. Ellas en algún nivel se sienten responsable de lo que ha pasado. Sienten que denunciar es exponerse a ser criticadas”, consignó.

El profesional añadió que este tipo de actos suelen producirse en ambientes profesionales muy competitivos, donde se sabe que hay que estar dispuestos a hacer sacrificios para ingresar o mantenerse.

“Este es un fenómeno bien complejo porque hay que mirarlo en contexto. El ambiente actoral es muy competitivo donde entran muy pocas (actrices), por lo que atreverse a denunciar implica poner en juego años de sueños, perseverancia o un camino para llegar al éxito. Este ámbito se presta mucho más para este tipo de cosas que campos sin tanta competencia”, detalló.

¿Cómo piensa el “abusados sistemático”?

De acuerdo a Rodrigo Brito, existen ocasiones donde muchas personas pueden transformarse en potenciales abusadores, como en la Segunda Guerra Mundial y otros tiempos de crisis, pero un abusador sistemático posee dos características claras.

“Hay características comunes en las personas que abusan sistemáticamente. Generalmente, tienen baja autoestima y cuando logran adquirir cierto grado de poder se aprovechan de eso para compensar su falta de autoestima y lo usan para poder manipular, pisotear o controlar a quienes consideran más vulnerables o dependientes”, relató.

Sebastián Beltrán | Agencia UNO
Sebastián Beltrán | Agencia UNO

A esto se suma que su actuar es muy difícil de identificar, ya que se trata de personas que saben manejar las situaciones a favor de sus intereses particulares.

“También son personas altamente narcisistas o manipuladoras, que tienen muy marcada la tendencia de satisfacer sus deseos con un bajo nivel de empatía. Probablemente son personas que no logran darse cuenta que están causando un daño, lo normalizan fácilmente en pro de su bienestar y satisfacción. Lo hacen de una manera muy sutil”, señaló.

Por último, el psicólogo indicó que el proceso de recuperación emocional de alguien que ha sido víctima de acoso o abuso es largo, pero necesario de llevar a cabo poder transformarse en un ser “altruista”.

“Hay que unir fuerzas, investigar si hay personas que han pasado por lo mismo. Eso ayuda mucho porque da coraje a quienes tienen miedo. La reparación psicológica es algo más lenta, porque hablamos de algo traumático, estas se trabajan en terapia y dentro de un proceso de aceptación de lo que pasó o no culparse de lo que ocurrió”, concluyó.