Después de un largo y agotador día, no hay nada mejor que lanzarse a la cama y, simplemente, descansar. Cerrar los ojos y esperar a que el sueño se haga cargo de todo lo demás.
No obstante, las preocupaciones actuales han generado una serie de trastornos del sueño que producen un mal descanso. El insomnio (imposibilidad de dormir), uno de los más conocidos.
Tal como contábamos hace seis años, los especialistas aseguran que la cantidad de horas de sueño varía dependiendo de la etapa que cruza el ser humano.
Así, un adolescente puede requerir 10 horas y un anciano sólo 6 horas. Sin embargo, resulta fundamental que cada uno sepa más o menos cuáles son sus necesidades.
Pero hay veces en que, a pesar de haber dormido el tiempo necesario, pareciera que el cansancio no abandona el cuerpo.
De acuerdo con expertos, esto último podría deberse a la posición que adoptas al descansar.
Según datos de la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos, gran parte de las personas descansan de costado, lo que podría causar dolor de hombro, reflujos y cadera.
Por otro lado, descansar boca abajo también resulta perjudicial para la salud, pues ejerce presión sobre gran parte del cuerpo. De esta forma, la persona podría despertar sintiendo hormigueos, dolores de espalda y cuello.
La posición ideal para descansar es de espalda. Utilizándola, el cuerpo ejerce una presión neutral y, además, se evitan los reflujos, pues la cabeza estaría sobre el nivel del resto del cuerpo.
Eso sí, el especialista Shelby Harris, experto en medicina del sueño y profesora de la Facultad de Medicina Albert Einstein, aclaró al medio Business Insider que acostarse de espaldas podría aumentar las posibilidades de roncar. Asimismo, no recomienda la posición para quienes sufren de apnea.
“Aunque se aconseja comúnmente que dormir boca arriba es la mejor posición, la comodidad es la clave“, dijo Harris.
“Si tiene dolor o está incómodo desde su posición de sueño, definitivamente puede afectar la calidad de su sueño” y, con esto, sentir que no ha descansado, sentenció.
