Junto con el inicio de las clases, es importante incluir en las meriendas alimentos que aporten al aprendizaje, la memoria y la atención.

Los niños pasan la mayor parte del día en el colegio y es ahí donde consumen aproximadamente un 20% de las calorías diarias, por lo que prepararles una colación saludable para los recreos, con alimentos bajos en grasa total, azúcar, sodio y libres de grasas trans, es muy importante, ya que estos pueden afectar el rendimiento académico y el estado de energía.

En cambio, hay otros productos que no sólo nutren, sino que además ayudan a estimular áreas del cerebro relacionadas con el aprendizaje. Así, en la época de estudio, conviene elegir aquellos especialmente ricos en nutrientes que participen en procesos tan importantes la memoria, el lenguaje y la atención.

Entre los alimentos que ayudan a estas funciones cerebrales están el huevo, pescados como el salmón, trucha, sardina y atún; legumbres; frutos secos; lácteos; verduras y frutas.

En el caso del huevo, al contener las vitaminas del grupo B que intervienen en la formación de los neurotransmisores, aporta sustancias que pasan información de una neurona a otra, a través de las conexiones nerviosas. Una de ellas, la colina, además participa en la generación de mielina que recubre las neuronas y recupera funciones cerebrales.

También las vitaminas B fortalecen la memoria y la concentración, y estimulan una buena irrigación.

El huevo cuenta además con triptófano un aminoácido esencial que está en las proteínas y que es clave en la fabricación de serotonina. Ésta interviene en el estado del ánimo, promueve la sensación de bienestar y ayuda a mantener la concentración y la calma.

Otro elemento clave es el calcio que está presente en la yema del huevo y que actúa en la trasmisión de impulsos nerviosos. Su déficit puede producir fatiga mental y nerviosismo.

Un huevo aporta sólo 80 calorías por unidad y tiene una alta capacidad de saciar el apetito, lo que se presenta como una opción para reducir el consumo se carbohidratos y, con ello, la disposición a la obesidad de los niños.

“La principal característica del huevo es su aporte proteico. Las proteínas que contiene son las de mayor valor biológico y la de mejor calidad que podemos consumir. Además, tiene otros compuestos que son importantes como fuentes antioxidantes y vitaminas”, destaca la directora de la Escuela de Nutrición de la Universidad de Chile, Soledad Reyes.

Otras ventajas se asocian a su facilidad de masticar y digerir; lo sencillo de su preparación y su versatilidad que permite que pueda ser incluido en cualquiera de las comidas diarias.

Las colaciones para llevar al colegio idealmente no deben exceder las 100 calorías en etapa pre escolar, las 150 en etapa escolar y las 200 en adolescentes. En ellas, la mejor forma de incluir el huevo es duro. Otra alternativa, por ejemplo, es molerlo y mezclarlo con verduras, como tomate, en un sándwich con pan integral.

El chef Daniel Glukman, dueño de la cafetería Daniel´s Bakery, propone preparar una tortilla de huevos en microondas, receta simple y rápida. Sus ingredientes son 2 huevos, 2 cucharadas de leche, 2 cucharadas de queso mantecoso rallado, 1 cucharada de tomate picado, 1 cucharada de jamón picado, una pizca de orégano y sal a gusto.

Para prepararla se deben batir los huevos con la leche, agregar el resto de los ingredientes y verter la mezcla en un tazón. Luego se procede a hornear en microondas por un minuto, dejar reposar antes de sacarlo y luego traspasarlo a una fuente para que el niño pueda llevarlo en su lonchera. También se puede incluir en sándwich usando, idealmente, pan integral o pita