La clave, para los tailandeses, es sencilla: “La vida es este momento, si lo dejas escapar, dejas escapar la vida”. Ese es su lema. Y posiblemente es por eso que está catalogado como uno de los países con los índices de estrés más bajo.

Hoy, el país oriental es el destino turístico de moda y, mientras en el mundo los indicadores de estrés suben, en Tailandia disminuyen.

Según Vicente Martínez, creador de la firma Thai Room Wellness, si bien “no se puede generalizar (…) para definir una cultura libre de estrés, tendríamos que contar con muchos de los principios que inspiran la vida tailandesa”.

Martínez, además, aseguró que el modo de vida en Tailandia es fundamental en este aspecto. “Aman la naturaleza, evitan el sol, son refinados al margen de la clase social, hablan bajito y sonríen todo el tiempo”, dijo.

La llegada de vestigios occidentales al país podría acabar con esta forma de vivir… aunque es probable que sea su modo de vida el que deba acabar con la nuestra. Estas son las 4 claves para tener una sociedad libre de estrés según reunió el medio digital El País.

Cambiar rutinas y lugares

Para los tailandeses es fundamental cambiar en el día a día. Según Martínez, esto va desde variar en los aromas que usamos, hasta respirar distinto.

“Inspirar por la nariz, retener unos segundos el aire, soltar por la nariz lentamente y retener con los pulmones vacíos. La clave es conseguir que la retención en la exhalación sea aproximadamente el doble de larga que la inspiración y hacerlo unas 6 veces”, explicó.

Además, afirmó que es importante sonreír a menudo, “aunque no haya motivo, incluso si no son amables contigo”.

Por otro lado, manifestó que es importante diversificar “la sensibilidad y la abundancia de fragancias y flores” en los espacios en que estemos.

Difrutar de “no hacer nada”

“En occidente si no estamos ocupados todo el tiempo, sentimos que lo estamos perdiendo”, dijo Martínez, dejando en claro que el secreto está en darse espacio para uno mismo.

No se trata de un “no hacer nada” literal. Este concepto de ocio para los tailandeses es completamente distinto al que, probablemente, tenemos todos.

Masaje | CC0
Masaje | CC0

Lo anterior, puesto que en Tailandia se aprovecha ese momento para “cuidarse”, dándose masajes, si es posible.

Evidentemente, no todo el mundo tiene el tiempo ni el dinero para darse lujos en centros especializados, pero la opción de vivir una experiencia de este tipo siempre existe.

En este sentido, Martínez recomendó un baño caliente, aromatizado con sándalo o Ylang-Ylang, por sus efectos calmantes. Todo esto, ambientado con música thai, velas y pétalos de flores o gajos de lima.

Además, aconsejó un “splash” con yogur por todo el cuerpo y, luego, una ducha. “Y como toque maestro, al salir de la ducha haz una fuerte inhalación de mentol para estimularte y despertar”, finalizó.

Conectar mente y cuerpo

Los tailandeses tienen un fuerte arraigo hacia las prácticas como el yoga y la meditación. De esta forma logran conectar sus pensamientos con lo físico.

Para Marisol Dy Sánchez, instructora de yoga en Tierra del Agua, es necesario conectar con el “yo superior”, a través de la meditación, para llevar una nueva forma de vida.

Según la especialista, esta entidad es aquella que “todos llevamos dentro, asociada a nuestra personalidad (…) No es ni el cuerpo ni la mente, es algo más profundo”.

Por otro lado, Dy Sánchez advirtió que, “para fortalecer y purificar el cuerpo y la mente”, es fundamental practicar yoga. Esto, además de observar lo más sencillo que nos rodea, estar cuando el otro lo necesite, entregar buenos mensajes y darle vida a los sentidos.

Nutrir el paladar

La comida tailandesa está de moda y no es coincidencia. Esto, según Juan, quien imparte cursos de comida tailandesa en Madrid, porque está basada en conseguir un “equilibrio de varios de los sabores fundamentales”: salado, dulce, amargo, ácido y picante.

Comida Tailandesa | CC0
Comida Tailandesa | CC0

Lo anterior es otra forma de viajar mentalmente usada en Tailandia.

Juan insiste en que se trata de una dieta en la que “se buscan ingredientes con sabores intensos y aromáticos (…) La apariencia, el color y el brillo son también factores importantes, ya que se considera que el aspecto de un plato es una parte integral del mismo, no algo añadido”.

Por otro lado, recomendó “probar en la casa“. “No es una cocina complicada, siempre que se tenga disciplina -y medios- para seguir las recetas al pie de la letra. Además, hoy en día no es difícil encontrar ingredientes típicos en cualquier ciudad grande”, puntualizó.