Chile tiene un largo camino por recorrer, exigiendo y aplicando estándares de sustentabilidad. Mientras esto avanza, se puede partir por casa, educando e inculcando hábitos en los más pequeños para que promuevan una cultura sustentable.

Cuidar nuestro ecosistema y ser amigable con el medio ambiente es más fácil de lo que parece. Así lo aseguran los expertos, destacando que para generar un menor impacto al medio ambiente es necesario integrar dos conceptos en la vida cotidiana: el uso eficiente de los recursos y el consumo responsable.

“No se trata de limitarse y dejar de aprovechar los avances propios de nuestra sociedad, más bien de tomar consciencia sobre nuestras decisiones y elecciones a la hora de consumir”, afirma Pamela Kunz, directora de Ingeniería en Energía y Sustentabilidad Ambiental de la Universidad San Sebastián.

“Nuestro país tiene un largo camino por recorrer, exigiendo y aplicando estándares de sustentabilidad. Sin embargo, mientras esto avanza, podemos partir por casa, educando e inculcando hábitos en los más pequeños para que promuevan una cultura sustentable”, asegura la experta, quien entrega siete fáciles recomendaciones cuidar el medioambiente desde lo sencillo y cotidiano.

1. Juntar la ropa para lavar

Así de sencillo como suena. Al utilizar electrodomésticos que consumen elevados volúmenes de agua como la lavadora o el lavavajillas, lo mejor es juntar una carga completa antes de lavar, para que se aproveche al máximo la energía y agua utilizada.

2. Etiqueta eficiente

Siempre seleccionar y comprar nuevos electrodomésticos que declaren, certificadamente, ser más eficiente con el uso de la energía. Para esto, el etiquetado en Chile es bastante claro. Además, al privilegiar calidad y orígenes de fabricación que aseguren una prolongada vida útil, no habrá que sustituir el equipo en el corto plazo y, por ende, habrá menos contaminación (y menos gastos para el bolsillo).

3. Usar lo justo y necesario

Es importante saber dosificar y utilizar la cantidad justa de detergentes, desinfectantes, limpiadores de piso y mobiliario de uso frecuente; de esta manera evitaremos sobrecargar innecesariamente las aguas residuales generadas en nuestro hogar y quizás disminuir la cantidad de agua requerida en los procesos de enjuague. ¡Es un cambio que de verdad hace la diferencia!

4. Que no se vaya el calor

Invertir en mejorar la aislación de nuestro hogar siempre será la mejor manera de evitar el ingreso de flujos de aire de baja temperatura durante los meses de invierno y reducir las pérdidas de calor de nuestro sistema de calefacción. Esto tendrá un efecto positivo en el gasto por concepto de energía o combustible utilizado.

5. La basura orgánica no siempre es basura

La separación de los residuos orgánicos vegetales generados durante la preparación de alimentos, permite disminuir el volumen total de residuos que requerirán ser trasladados a un vertedero o relleno sanitario. Si se cuenta con un jardín al cual se le dedica tiempo y recursos, pueden aprovecharse estos residuos para generar compost que sirva para nutrir las plantas. ¡Hoy es posible encontrar en el mercado diversos contenedores que facilitan esta tarea!

6. Separar la basura en el origen

Esta es la mejor manera de disminuir el volumen de residuos que enviamos a un vertedero o relleno sanitario. Se pueden adquirir contenedores de diferente tamaño y color para separar papeles, cartones Tetra Pak, pilas, vidrios, artefactos electrónicos, entre otros, y planificar su disposición en un Punto Limpio cercano para cuando alcancen un volumen de llenado considerable.

7. Reducir, Reutilizar, Reciclar

En la medida de lo posible, antes de eliminar un envase, es buena idea aplicar las 3R (Reducir, Reutilizar, Reciclar) y evaluar la posibilidad de extender su vida útil. Así, un frasco de vidrio podría utilizarse para almacenar frutos secos, semillas, y otros alimentos; o envases plásticos de buena calidad, ser maceteros para iniciar una huerta u organizar la caja de herramientas.