Knox, una localidad australiana ha decidio tomar drásticas medidas para evitar los daños y perjuicios que los gatos domésticos sueltos están causando a los habitantes.

La medida consta en el decreto de una especie de “toque de queda” que dura 24 horas para todos los felinos de la zona, la cual comenzará a regir en octubre de este año. Si durante los meses posteriores las autoridades llegasen a encontrar un gato en la calle, se localizarán a los dueños y estos serán multados con aproximadante 300 mil pesos chilenos, según consigna el sitio Yahoo Noticias.

Sin embargo, esta idea nació debido al peligro que los gatos significan para la biodiversidad de ese país, sobre todo aquellos que diambulan libres por las calles a los cuales se les denomina “gatos asilvestrados”.

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Estos felinos, representan un amenaza para las especies nativas de dicho país, ya que suelen cazar aves y otras especies, debido a que los gatos no son autóctonos de la zona, según explican las autoridades locales.

No obstante, existe también una controversia debido a lo que significa que los felinos, acostumbrados a transitar libremente, ahora deban estar encerrados, calificando la medida de “crueldad”.

En tanto, otro grupo de personas apelan a que “una parte no poco importante del impacto que los gatos tienen sobre la biodiversidad no la generan los gatos domésticos, si no los gatos asilvestrados”, señala el sitio antes mencionado.

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Si bien la medida tiene varios destractores, para las autoridades es una buena forma de controlar a aquellos felinos que causan desastres, aunque los habitantes sostienen que los gatos domésticos que diambulan libres, de estar bien alimentados no tendrían por qué recurrir a la caza.

“Cuando se les permite vagar, los gatos tienen un riesgo mucho mayor de enfermedades y lesiones”, manifestó Lisa Cooper, alcaldesa de Knox.