El pasado fin de semana, el diario estadounidense The New York Times reportó una compleja situación que se está viviendo en aquel país a causa de un nuevo invasor: el avispón asiático o “asesino”. Los nidos y rastros del insecto se han visto principalmente en estado de Washington y se hacen grandes esfuerzos por eliminarlo cuanto antes.

En el reporte, estos fueron descritos como avispas que pueden llegar a medir cinco centímetros de largo. Lo que más los caracteriza es su amplia mandíbula, con la que pueden llegar a descabezar una abeja común.

Recientemente, el entomólogo de extensión y especialista de especies invasoras en la Universidad Estatal de Washington, Todd Murray, indicó a la cadena CBS que la principal amenaza que representa esta plaga es para la industria de la apicultura.

“Son un peligro para la salud y, sobre todo, un depredador significativo de abejas melíferas”,
explicó el experto.

En este sentido, Murray sostuvo que estas enormes avispas se sienten muy atraídas hacia la miel de las colmenas de abejas reproductoras, por lo que suelen acabarlas para aprovecharse del producto.

The New York Times
The New York Times

Pero, aparte de esto, ¿Qué riesgo representan estos insectos para los humanos? En Estados Unidos, los analistas sostienen que es bajo, pero el llamado es a mantenerse alejados de ellos.

Susan Cobey, del Departamento de Entomología de Universidad Estatal de Washington, indicó que un ataque en serie de estos avispones puede matar a una persona, aunque históricamente se han registrado pocos.

Basada en estudios elaborados en Japón, país de donde proviene, la experta aclara que los humanos no son objetivo para ellos, pero pueden atacar si se sienten intimidados y si están muy cerca de sus nidos.

Junto con eso, Murray declaró que en su aguijón estos seres vivos tienen un veneno que puede ser hasta siete veces más letal que el de una abeja común, generando un dolor insoportable en el humano.

Hay que señalar que, según estadísticas entregadas por The New York Times, en Japón se registran 50 muertes de personas al año por ataques del insecto.

Por ahora, los expertos indican que el trabajo por controlar la plaga se ha complicado debido a la pandemia, aunque podrían haber resultados exitosos a fin de año.