Un grupo de investigadores estadounidenses y canadienses de la Universidad de Santa Bárbara aseguraron en un estudio que el cambio climático haría que una especie se vuelva más agresiva en pos de su sobrevivencia: las arañas.

Los especialistas utilizaron como método de medición la cantidad de huracanes que se producen en la costa este de Estados Unidos, en la cual habita una especie llamada Anelosimus studiosus.

Según estudios previos, este arácnido suele tener un comportamiento más agresivo en la medida que ven amenazados los recursos de sus colonias, los cuales pueden verse expuestos a las tormentas y cambios climáticos en aquellas zonas.

A eso agregan como dato un modelo climático que estima que el calentamiento global y el aumento del nivel del mar producirán tormentas tropicales mucho más fuertes que en antaño.

Pixabay (CCO)
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En el estudio publicado en la revista Nature Ecology and Evolution, se estipula que la Anelosimus studiosus vive en las cercanías a ríos y arroyos en la costa atlántica de Estados Unidos. La especie se divide en dos grupos: una no agresiva y otra agresiva con los invasores.

Pues bien, para dejar plasmada la agresividad de un grupo los investigadores viajaron hasta una zona de Florida, donde registraron el comportamiento de una colonia que no solía mostrarse bélica ante la existencia de invasores.

Tras esos observaban pronósticos meteorológicos y calculaban en qué semanas debía pasar por allí un huracán o tormenta tropical. Luego que el suceso ocurriera volvían hasta la zona para observar cómo era el comportamiento de los arácnidos.

En ese momento, sostienen, los resultados fueron claros. En su observación detallaron que un grupo que antes parecía ser menos agresivo pasaba a tener un comportamiento calificado como “combativo”.

Para medir esto se basaron en un ejercicio bastante simple, ya que mediante un cepillo de dientes eléctrico procedían a mover las telas de araña de estas colonias. Tras la tormenta, ellos notaron que más arañas se acercaban a atacar en el momento que se movía su tela.

Junto con eso, el grupo notó que las colonias más agresivas, expuestas a huracanes, solían poner más huevos dentro de sus hábitats. Ellas también solían velar mucho más por la sobrevivencia de sus crías, situación que no ocurría en lugares donde no habían tenido lluvias.

Pixabay (CCO)
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Una de las conclusiones sostiene que el exceso de tormentas tropicales haría que más madres perecieran dentro de sus colonias, lo que obligaría a las más jóvenes a valerse por sí solas desde más temprano.

Esto, en opinión de los expertos, haría que sólo las arañas más agresivas logren sobrevivir, puesto que se trata de un escenario más desfavorable.

Por otro lado, el desarrollo de huracanes más fuertes haría que los recursos para estos artrópodos disminuya considerablemente, lo que las obligaría a buscar nuevas fuentes de alimentación.

Cabe señalar que aquel fue el primer estudio de este tipo desarrollado en el mundo, el cual involucró a un grupo determinado de arañas.