Las autoridades rusas anunciaron este jueves la puesta en libertad inminente de los cetáceos hacinados en estanques en el Extremo Oriente y cuya situación provocó indignación internacional.
En medio de la sesión anual televisada de preguntas a Vladimir Putin, un periodista de la televisión pública informó en vivo que dos orcas y seis belugas habían sido sacadas de los estanques y liberadas en la naturaleza.
La publicación en febrero de fotografías de 11 orcas y 93 belugas que habían estado presentes desde el verano en pequeños estanques cerca de Najodka, en el Lejano Oriente ruso, para su venta en el extranjero, desencadenó una ola de protestas internacionales.
En respuesta al escándalo, las autoridades rusas acordaron devolver los cetáceos al mar. Sin embargo, recibieron críticas de los científicos al afirmar que tenían la intención de liberarlos en las inmediaciones del lugar donde se encontraban cautivos, a 1.300 kilómetros de su lugar de captura en el mar de Ojotsk.
Finalmente, los mamíferos marinos serán liberados en un archipiélago del mar de Ojotsk.
Según el viceprimer ministro Alexey Gordeev, la liberación de todos los animales llevará “unos cuatro meses”.
“Una orca puede ser vendida por, hasta donde sé yo, casi 100 millones de dólares (…) Cuando hay grandes sumas implicadas, los problemas son más difíciles de resolver. Gracias a Dios las cosas están empezando a moverse”, dijo Putin.
El gobierno prometió cerrar la laguna legal utilizada por los traficantes para vender animales en el extranjero, particularmente en China.