Una sorpresa mayúscula fue la que se llevó un grupo de pescadores en una pequeña aldea de Noruega, luego de encontrar una ballena beluga blanca (Delphinapterus leucas) con un ajustado arnés.
Tal como recoge el medio inglés The Guardian, el hecho ocurrió en Inga, una pequeña localidad del país europeo.
El cetáceo no solo llamó la atención por el implemento que tenía alrededor del cuerpo, sino que además por su extraño comportamiento.
Jørgen Wiig, biólogo marino e Inspector de la Dirección del Servicio Marítimo de Pesca de Noruega, detalló que la ballena se comportaba con total naturalidad ante la presencia de los humanos, y que incluso mordía las cuerdas de pesca.
Junto con señalar que por el momento solo se puede especular sobre el objetivo del uso del arnés, Wiig agregó que lo que está claro es que la ballena estuvo en cautiverio durante un largo período. “Estaba completamente domesticada, hasta se dejaba acariciar”, puntualizó.
Por el momento se desconoce la procedencia del ejemplar, aunque se sospecha que podría haber escapado desde un experimento ruso con fines militares.
Lo anterior, debido a que en la correa aparecía “Equipo de San Petersburgo” escrito en inglés. Además, tenía una montura para cámara.
Si bien la ballena fue avistada por primera vez hace varios días por los pescadores, recién el viernes pasado pudieron quitar el arnés.
Audun Rikardsen, profesor del Departamento de Biología Ártica y Marina de la Universidad Ártica de Noruega en Tromsoe, indicó que el animal está acostumbrado a que le sirvan comida, “razón por la cual hizo contacto con los pescadores”.
“La pregunta ahora es si podrá sobrevivir encontrando su propio alimento. Hemos visto casos en donde otras ballenas que están en cautiverio ruso les va bien”, mencionó el experto.
Según detalló The Guardian, la ex Unión Soviética realizó diferentes programas de entrenamiento de mamíferos acuáticos con fines militares. Todo indica que estos proyectos continuaron hasta 1990, cuando la URSS cayó y emergió la Federación de Rusia.
“Sabemos que Rusia ha tenido ballenas domesticadas en cautiverio y también que se han liberado algunas de ellas. A menudo buscan barcos”, mencionó Rikardsen.
“Hemos contactado con investigadores rusos que aseguran que la ballena enjaulada no tenía nada que ver con ellos. Me dicen que lo más probable es que sea la marina rusa en Murmansk”, añadió.
