Las irlandesa Kirsten Kinch (23) está viviendo una pesadilla en Dublín. Hace dos semanas realizó un viaje de vacaciones con sus padres y no tuvo más remedio que dejar a su perrita Nova en una guardería. El resultado fue trágico: el animal murió y desde el centro se la entregaron en una bolsa plástica.
Aún en shock, la joven decidió contar la historia en su cuenta de Instagram, indicando que su primera idea era dejar a su husky siberiana con algún amigo, pero nadie tenía espacio suficiente.
De esta forma, señala Kinch, confió en los cuidados de una guardería llamada P&E. Luego de dejarla en el recinto, viajó junto a sus padres a Islandia, por un plazo de tres días.
De acuerdo a lo relatado al medio Irish Live, Nova tenía una infección en el colon cuando fue dejada en el lugar, por lo que pidió a los funcionarios que mantuvieran el tratamiento al pie de la letra. El animal debía ser medicado al menos dos veces al día.
“El 31 de marzo fui directa del aeropuerto a P&E a recoger a Nova. Llamé cuatro veces. Una vez allí nos dijeron que Nova había muerto, la habían encontrado esa mañana ensangrentada en su jaula. Nos quedamos impactados y devastados. Pregunté si le habían dado la medicación y me dijeron que sí”, indicó.
No obstante, lo peor para la joven vino cuando llegó hasta el centro y pidió que le entregaran los restos de su malograda mascota. Los funcionarios pusieron sobre una mesa una bolsa plástica, dentro de ella estaba el animal.
“Aplastaron a Nova en lo que solo puedo describir como una pelota dentro de una bolsa negra y cubierta con cinta adhesiva. No hubo cuidado ni empatía por cómo lo hicieron. Fue traumático y desgarrador verla así, un husky de 25 kg hecho una bola”,declaró.
Desde ese instante, Kinch se volcó en encontrar respuestas desde P&E para entender lo que había ocurrido con Nova. No obstante, nadie le respondió desde el lugar.
Junto con eso la compañía, hasta la fecha, no le ha reembolsado el dinero pagado por el servicio, debido a la falta de cuidados que tuvo el animal. De acuerdo a Kirsten, la devolución de los montos en caso de tragedia era parte del contrato.
Por lo pronto, mediante el chip de la perrita se comprobó que efectivamente el cuerpo devuelto se trataba de Nova. Tras eso, ella fue llevada hasta un veterinario para someterla a una autopsia.
El análisis del cuerpo corroboró que la perra había muerto producto de una hemorragia interna, debido a sus problemas de colon.
En uno de sus últimos posteos en redes sociales, la joven indicó que demandará a P&E por supuesta negligencia en el cuidado de su mascota, que tenía solamente tres años de vida.
Junto con eso, aclaró que ingresó a terapia con psicólogo para superar el “trauma” que le produjo que recibir los restos de su perrita en una bolsa de plástico.
