Una ballena muerta de 8 metros de largo fue encontrada en las costas de Cerdeña, Italia, con más de 22 kilógramos de plástico en su estómago.
Luego de que los expertos realizaran los exámenes de rigor, se pudo determinar que en su interior además había un feto muerto en estado avanzado de descomposición.
Según consigna New York Times, dentro de los elementos que se extrajeron del cuerpo de la ballena se encontraba un tubo corrugado de trabajo eléctrico, bolsas de supermercado, platos de plástico, redes de pesca y hasta un envase de detergente.
Debido al hallazgo, la World Wildlife Foundation hizo un llamado de alerta por los desechos que se han hallado en el Mar Mediterráneo.
“Es la primera vez que hemos encontrado un animal con tanta cantidad de basura”, sostuvo Cinzia Centelegghe, bióloga de la Universidad de Padova.
Los expertos indicaron que el plástico le impedía a la ballena digerir calamares. De hecho, los desechos ocupaban dos terceras partes de su estómago.
Sergio Costa, ministro de medio ambiente de Italia, expresó su tristeza por la muerte de la ballena, afirmando que planeaba proponer en estos días una nueva ley para limitar el uso de plástico en el país.
“Hemos estado usando plásticos desechables de forma despreocupada en estos años, y ahora estamos pagando las consecuencias”, sostuvo el titular de la cartera. “La guerra contra los plásticos desechables ha comenzado. Y no nos detendremos aquí”, añadió.
Este hecho se suma a la ballena que en marzo pasado pereció en Filipinas, y que tenía 40 kg de plástico en su estómago.
El ejemplar murió de hambre debido a que no podía alimentarse. Su estómago estaba lleno, declaró Darrell Blatchley, director del D’Bone Collector Museum.
“Es repugnante, rompe el corazón”, declaró a la agencia de noticias AFP. “Practicamos autopsias en 61 delfines y ballenas los últimos diez años y es una de las masas más importantes (de plástico) que hayamos encontrado”, agregó.
El cetáceo, de 4,7 metros, terminó varado el viernes en la localidad de Mabini. Las autoridades locales ayudadas por pescadores intentaron llevarlo al mar, pero la ballena regresó a la orilla.
“Era incapaz de nadar sola. Estaba débil”, declaró a AFP Fatma Idris, directora de la oficina regional de pesca. “El animal estaba deshidratado. El segundo día luchaba y vomitaba sangre”, precisó.
