Roma, la cinta que está arrasando en las ceremonias de premios en las últimas semanas, no sólo lanzó a la fama a la profesora mexicana Yalitza Aparicio sino que también a otro importante personaje que se robó el corazón de la audiencia.

Se trata de El Borras, el desordenado perro de la familia, quien salta de felicidad junto a Cleo (Aparicio) o cuando los niños se acercan a él. La historia de Borras, sin embargo, no tiene nada que ver con el glamour de otros canes hollywoodenses.

“Les voy a contar una historia… la historia de Borras”, escribió en Facebook la veterinaria Adriana Cruz Frías, quien rescató al animal.

“Borras llegó después de que el Señor Manuel Montero, que se encuentra en los créditos de la película como encargado de Borras, y su amigo Leonardo Serrano, lo encontraron en la calle, amarrado con un alambre a una pared de un lote baldío a punto de morir de hambre y sed”, afirmó.

“Si, Borras es un perro rescatado que ambos llevaron a consulta conmigo. Nos conocemos puesto que somos entrenadores caninos profesionales y su servidora también ejerce la profesión como veterinaria. Él presentaba pulgas, estaba desnutrido, casi en los huesos, tenia bronquitis que se agravó, infección en la piel por sarna, conjuntivitis y no retenía alimento alguno debido a las condiciones de abandono en las que se encontraba”, explicó la profesional.

El Borras
El Borras

“Borras estuvo hospitalizado conmigo por casi un mes, periodo en el que el Sr. Manuel Montero fue requerido para el filme del Sr. Alfonso Cuaron. Borras iba mejorando día a día se veía más animado, y un día tomó en su hocico una pelota”, añadió.

“Le llamé al Sr. Montero para contarle que Borras tenia un poco de ánimo para agarrar una pelota y empezaba a mover su cola, a comer con mas normalidad. Después de días de estar luchando contra los estragos del abandono, empezó a confiar en las personas, ya se dejaba acariciar sin miedo y estaba listo para emprender el viaje hacia una nueva vida canina”, relató.

“Para la película (que narra la infancia de Cuarón) necesitaban un perro que se pareciera al que el Sr. Cuarón había tenido cuando era niño y cuando las condiciones fueron dadas, Borras era el candidato perfecto, puesto que tenía muchas ganas de vivir y una gran disposición a trabajar, y era casi igual al perro que se buscaba para el casting, por lo que el Sr. Manuel decide empezar a adaptarlo a la vida cotidiana y a entrenarlo para que pudiera convivir como un perro ahora integrado a la sociedad”, dijo.

“Se le enseñó obediencia y le encantaba jugar con la pelota, acataba muy bien sus ordenes, y se sabe que en ocasiones se necesitan varios perritos para realizar escenas, pero Borras cumplía con todas la escenas siempre con mucho entusiasmo”, explicó.

El Borras
El Borras

“Su entrenador, Manuel, me lo llevaba a revisión y a veces se quedaba conmigo en casa donde reforzaba con su pelota, sus saltos, que iban a ser requeridos para los saltos que iba a realizar en el portón de la casa del filme… Borras nunca necesitó más que cariño, un entrenador profesional y una oportunidad en una película para lograr ser conocido en todo el mundo gracias al maravilloso trabajo que el Sr. Manuel, la medicina y el buen ojo del Sr. Leonardo Serrano, para que esta historia de un perrito a punto de morir cambiara su vida”, reconoció.

“Cualquier perro tiene la oportunidad de tener una buena vida no necesita ser de gran linaje sólo necesita una oportunidad y sobre todo el trabajo de un entrenador profesional para ayudarlo a adaptarse y sobreponerse a los maltratos producidos por el abandono todos los perros merecen ser entrenados para que sepan cual es su posición en nuestro mundo. Gracias Borras por dejarnos ser parte de tu historia”, finalizó.