El pasado 1 de enero, mientras muchos celebraban el Año Nuevo, el mundo también era golpeado por una triste noticia: la vida de George se apagaba tras 14 años de existencia y, con él, también desaparecía su especie.

George era un caracol hawaiano y era muy importante porque se trataba del último miembro conocido de la especie Achatinella apexfulva en el planeta.

Según informó el Departamento de Tierra y Recursos Naturales de Hawái en Facebook, el caracol también era conocido como el Solitario George, un apodo que hacía homenaje a otro animal, una tortuga de la isla Pinta de Galápagos, quien también fue famoso por ser el último de su especie, la Chelonoidis Abingdoni (murió en 2012).

Si bien a George le atribuían el sexo masculino y lo llamaban “él”, en realidad su especie era hermafrodita, que son los seres vivos que tienen órganos reproductivos tanto femeninos como masculinos.

Aunque estos animales eran hermafroditas, no podían autofecundarse, por lo que dos adultos debían aparearse para poder reproducirse. Y lamentablemente, en los últimos años no se logró encontrar a otro caracol que le hiciera compañía a George.

Las autoridades también relataron que Achatinella apexfulva fue la primera especie de caracoles hawaianos descubierta por la ciencia occidental, de entre más de 750 actualmente conocidas.

La primera información sobre el caracol data de 1787, cuando el capitán George Dixon llegó a la isla de Oahu.

En 1997, 210 años después, los últimos 10 ejemplares conocidos de la especie fueron llevados a la Universidad de Hawái, donde nacieron algunos bebés. Pero todos ellos murieron cuando ocurrió un accidente en el laboratorio donde se alojaban. Todos excepto George, que en ese entonces fue el único sobreviviente a la tragedia.

Pese a ello, no hay que perder la esperanza del todo. Antes de su muerte, los científicos extrajeron una pequeña porción del pie del caracol, y ahora esa información genética está guardada en el Zoológico de San Diego. Tal vez algún día pueda ser clonado, usando esa muestra.