Lilou tenía menos de siete meses cuando vagaba sola por las calles en California (Estados Unidos). La bulldog había sido abandonada y llevaba un buen tiempo en situación de calle. Así lo demostraba su estado de desnutrición, la carencia de pelo, una serie de heridas en su piel y una enfermedad respiratoria. Sin embargo, la vida le deparaba una segunda oportunidad a esta cachorra.

La perrita fue vista y recogida por unos rescatistas de la organización que salva a perros callejeros Northwest Dog Project, quienes la trasladaron a su centro en Eugene (Oregon, Estados Unidos). No fue fácil recoger a la canina, puesto que ésta le tenía un miedo terrible a los humanos y objetos, según contaron al portal británico Metro.

La cofundadora de la organización, Emma Scott, explicó en el portal que “Lilou tenía mucho miedo y se escondió cuando llegó por primera vez”. “Tenía un caso terrible de sarna y estaba aterrada. Para mí, fue una de las cosas más desgarradoras que he vivido. Estaba totalmente deprimida y no tenía energía”, agrega.

Northwest Dog Project
Northwest Dog Project
Northwest Dog Project
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Para ayudarla, los animalistas trataron su piel infectada con baños medicinales diarios y la masajearon con aceite de coco. Este proceso terminó por eliminar por completo el pelo de la perrita y sus heridas, pelaje que comenzó a crecer muy lentamente a medida que se recuperaba. “Perdió el poco pelo que aún tenía y pasó un tiempo ‘desnuda”, contó la mujer quien además relató que emplearon medicamentos y una dieta especial para auxiliar a la perrita, además de “mucho amor”.

“Yo y mis increíbles voluntarios tardamos tres meses ayudándola a reconstruir su confianza mientras recuperaba su salud”, recordó Emma. “Pasó el tiempo y Lilou se volvió más fuerte, más sana y más jugetona cada día”, explicó.

Una vez recuperada casi por completo, la organización publicó una foto con la historia de la canina para que fuese adoptada. Fue ahí donde la vio Cora Frazer, de 37 años, quien se enamoró de inmediato cuando la vio. Con el compromiso de continuar su recuperación ella y su esposo, Carl Ernst (41) se llevaron a Lilou a su casa en 2016.

Dos años después de ese momento, la pareja comparte con orgullo la recuperación de la perrita (que ahora tiene pelo), a quien incluso le crearon una cuenta de Instagram que suma más de 7 mil seguidores. “Es increíble pensar que esta cachorra que alguien consideró basura haya llegado tan lejos”, opina Cora, quien además tiene otros tres perros.

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Cora admite que seguía la historia de la perrita a través del Facebook de la organización rescatista. “Realmente nos transmitía su dulce personalidad. ¿Cómo era posible no enamorarse de esa pequeña cosa rosada?”, recordó y admitió que, si bien Lilou al principio estaba aterrada de ella y Carl, con el tiempo ellos y sus tres perros Yogi (11), Hope (5) y Birdie (4), se ganaron su confianza.

Respecto a los motivos que pudieron desencadenar en el abandono de la perrita, Cora piensa que un criador se deshizo de ella porque quería un bulldog de raza pura y ella no lo era.

Finalmente, cuenta que Lilou adora ir a caminar y compartir con su nueva familia. “La vida de Lilou ha cambiado mucho. Su piel siempre será un poco sensible, pero nosotros haremos todo lo posible para que siempre se sienta bien”, concluye.