El perro labrador del presidente francés Emmanuel Macron, Nemo, aún tiene mucho entrenamiento por delante.

Resulta que el can se orinó casualmente en una chimenea, justo al lado de donde su dueño y sus ministros tenían una reunión.

Imágenes muestran al mandatario y tres secretarios de estado discutiendo temas económicos mientras el perro de dos años hace sus necesidades en el fondo, provocando la risa de todos.

“Me preguntaba qué era el ruido”, dijo el ministro de ecología, Brune Poirson, quien fue interrumpido a mitad de la frase por la mala conducta de Nemo.

“¿Esto sucede a menudo?”, bromeó. Por su parte, el joven ministro Julien Dernomandie.

“No”, se rió Macron, “has desencadenado un comportamiento totalmente inusual en mi perro”.

Mientras Macron intenta recomponerse, dice “disculpen” y gesticula invitando a los ministros a continuar con la reunión, consignó el sitio informativo Euro News.

Esta no es la primera vez que Nemo roba la escena. El “primer perro” de Francia no estuvo muy a gusto cuando fue presentado oficialmente.