Hacen caso omiso a las órdenes de los dueños, duermen todo el día, son manipuladores y siempre consiguen absolutamente todo lo que quieren. Así son los gatos y, si tienes uno, de seguro estarás de acuerdo.

El comportamiento de estos felinos ha sido materia de investigación debido a sus particularidades, y es que, por ejemplo, cuando creemos que el tierno animal nos ‘acaricia’ frotando su cara contra nuestro cuerpo, lo que hace en realidad es liberar feromonas faciales para demarcar su entorno.

De esta forma, y aunque suene divertido, los gatos no serían propiedad del dueño, sino que el dueño sería propiedad del gato.

Es por esta cualidad gatuna de ‘querer dominarlo todo’ que, según consignó el diario español El País unos investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid, analizaron los restos de más de 200 gatos tomados desde momias egipcias, asentamientos vikingos y cuevas de la Edad de Piedra, para intentar comprender la causa del comportamiento.

Los principales resultados del estudio indicaron que los gatos domésticos provienen del felino salvaje de África que, a su vez, desciende del gato montés euroasiático.

Según explicó al mismo medio el biólogo a cargo del estudio, Arturo Morales, “hemos detectado dos centros de domesticación independientes: uno en Próximo Oriente hace unos 10.000 años y otro posterior en Egipto”.

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¿El Oriente Próximo cambió el comportamiento de los gatos?

Si los felinos eran completamente salvajes, algo habrá pasado que se convirtieron en uno de los mejores amigos del hombre, ¿no?

Hay estudios que sugieren que los gatos fueron domesticados luego de la revolución agrícola producida en el Oriente Próximo hace miles de años.

Específicamente, la amistad gatuna con los humanos habría surgido hace unos 10 mil años, cuando algunos felinos se acercaron a los asentamientos humanos que se dedicaban a la agricultura. Pero claro, no porque sintieran una cercanía con las personas, sino que porque las cosechas atraían ratones, una de sus comidas favoritas.

De acuerdo al estudio, fue durante el Neolítico en el Oriente Próximo que los felinos comenzaron ser más ‘sociables’ con la gente.

Las conclusiones del análisis de los gatos momificados indicaron que, tras ese primer acercamiento, un segundo linaje doméstico dominó en el Antiguo Egipto. Esto, según los genetistas Eva-Maria Geigl y Thierry Grange, con el objetivo de eliminar las plagas de ratones.

Al ver la eficiencia de los felinos en la eliminación de los roedores, comenzaron a arribar por todas las costas del Mar Mediterráneo, hace más de 3 mil años.

En ese entonces predominaban los gatos de pelaje atigrado, como sus hermanos salvajes, lo que cambió sólo a partir del siglo XIV.

Otro estudio del biólogo Miguel Delibes de Castro, sugiere también que los gatos fueron domesticados a partir de la revolución agrícola del Oriente Próximo.

De esta forma, el lado salvaje de los gatos sigue existiendo a pesar de los niveles de domesticación. De ahí su peculiar forma de ser.

Es de esperarse que por varios años más continúen ‘odiando’, de vez en cuando, a la humanidad; durmiendo; o, quién sabe, pensando en cómo acabar con el mundo.