Las vacaciones de invierno son una oportunidad para que los niños y niñas puedan descansar, salir junto a sus familias, o simplemente quedarse en casa haciendo panoramas junto a sus amigos. Sin embargo, con más tiempo para explorar, la estancia en el hogar puede traer consigo ciertos riesgos si no se cuenta con una adecuada supervisión o medidas de seguridad en casa.
Elementos cotidianos como estufas, calefactores, hervidores con agua caliente, enchufes o productos de limpieza pueden estar más al alcance de los niños durante estos días, por lo que es fundamental anticiparse a posibles accidentes y crear entornos seguros para que puedan jugar y pasarlo bien sin preocupaciones.
En temporada de vacaciones, las consultas por accidentes domésticos en menores suelen aumentar en los servicios de urgencia, por lo que la prevención y la adecuada supervisión por parte de los adultos es fundamental.
Principales accidentes en vacaciones de invierno
• Caídas dentro del hogar: al estar más activos en espacios cerrados, los niños tienden a correr, saltar o jugar en lugares poco seguros, como escaleras, sillas o muebles.
• Quemaduras: el uso de estufas, calefactores y hervidores es habitual. Si estos no están protegidos o están al alcance de los niños, existe un alto riesgo de quemaduras.
• Intoxicaciones: muchos productos de limpieza, medicamentos o cosméticos son altamente tóxicos si se ingieren o manipulan sin supervisión.
• Asfixias: dependiendo de la edad, alimentos como frutos secos o trozos grandes de carne pueden causar atragantamiento o asfixia.
• Golpes y heridas: al jugar sin supervisión, es habitual que los niños se golpeen con muebles, puertas o incluso entre ellos. También pueden sufrir cortes al manipular objetos afilados o al quebrar vidrios durante sus juegos.
Algunas recomendaciones para prevenir accidentes
• Mantener una supervisión activa y constante.
• Instalar barreras de seguridad en escaleras y ventanas, y usar alfombras antideslizantes en pisos resbalosos.
• Ubicar estufas y aparatos calientes fuera del alcance de los niños y preferir modelos con protecciones. No dejar cables colgando ni ollas en la orilla de la cocina.
• Guardar productos tóxicos y medicamentos en muebles cerrados, en altura o con sistemas de seguridad infantil.
• Cuidar la alimentación, evitando darles alimentos difíciles de masticar o que puedan representar riesgo de asfixia.