A raíz de la muerte del Papa Francisco, la Conferencia Episcopal de Chile abrió un libro virtual de Condolencias para quienes deseen dar su apoyo.
El líder de la Iglesia Católica falleció a las 7:35 horas (1:35 de Chile) de este lunes 21 de abril, a la edad de 88 años y luego de 12 de pontificado.
Recordemos que este año, el sumo pontífice fue hospitalizado a causa de una neumonía bilateral. Producto de su estado de salud, el obispo de Roma estuvo 38 días en el hospital y fue dado de alta el 23 de marzo. Desde entonces tuvo breves y acotadas apariciones públicas.
La última de ellas fue este mismo Domingo de Pascua. Durante la mañana recibió al vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, en su residencia de casa Santa Marta, para un breve saludo e intercambiar una felicitación en el marco de esta festividad. A la vez, apareció en el balcón de la logia central de la fachada de la basílica de San Pedro para la bendición Urbi et Orbi, para luego recorrer la plaza en papamóvil.
Dar condolencias por la muerte del papa Francisco
En el marco de la compleja situación que enfrentan los feligreses y miembros de la Iglesia Católica, la Conferencia Episcopal de Chile abrió un libro virtual de Condolencias para quienes deseen expresar su apoyo.
Según señalan desde la entidad, todos los mensajes que envíen las personas, serán enviados a la Santa Sede a través de la Nunciatura Apostólica en Chile.
Quienes deseen sumarse, podrán pinchar este ENLACE del sitio www.iglesia.cl. El formulario solicitará tu correo electrónico, nombre y el contenido del mensaje.
Cabe destacar que ante la muerte del líder de la Iglesia Católica, el Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile, señaló a través de una nota de prensa que “el dolor por su partida nos conmueve profundamente, pero la esperanza que brota del Evangelio y que él proclamó tan intensamente, nos consuela y sostiene”.
A la vez, expresaron que “nos enseñó que la misericordia no es una idea abstracta, sino el rostro concreto del Evangelio. Nos invitó a salir e ir al encuentro, a construir puentes y no muros. Su voz profética resonó en las periferias del mundo y su testimonio de sencillez, alegría y compasión permanecerá en la memoria de la Iglesia y la humanidad”.