Seguramente, alguna vez habrás escuchado hablar sobre el síndrome premenstrual (SPM). Se trata de un conjunto de síntomas que muchas mujeres experimentan en los días previos a la menstruación. ¿Conocías el Trastorno Disfórico Premenstrual?
A grandes rasgos, el SPM y el Trastorno Disfórico Premenstrual (TDPM) son bastante similares, incluso compartir algunos síntomas. Al fin y al cabo, ambos son una consecuencia de los cambios que ocurren durante la fase lútea en el cuerpo.
En ambos casos, los síntomas suelen comenzar entre siete y 10 días antes de que comience el período y continúan durante los primeros días de este. Algunas manifestaciones en común son, según la Clínica Mayo, la hinchazón, la sensibilidad en los senos y los cambios en los hábitos de alimentación y del sueño.
Según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, los síntomas del TDPM son similares a los del SPM. Sin embargo, casi siempre son más graves y debilitantes. A menudo incluyen:
Falta de interés en las actividades diarias y en las relaciones con los demás
Fatiga o falta de energía
Tristeza o desesperanza, posibles pensamientos suicidas
Ansiedad
Sentimiento de pérdida de control
Deseo vehemente por consumir ciertos alimentos o comer en exceso
Altibajos en el estado de ánimo a veces con ataques de llanto
Ataques de pánico
Irritabilidad o ira persistente que afecta a otras personas
Distensión abdominal, sensibilidad en las mamas, dolores de cabeza y dolor muscular o articular
Problemas para dormir
Problemas para concentrarse
Según explicó a CNN el psiquiatra de la Clínica Alemana, Guillermo Gabler, existe un sub diagnóstico muy importante en torno al TDPM, donde “muchas mujeres consideran como parte normal pasarlo tan mal antes de la llegada de la regla. Pero eso no debería ser así”.
“Lamentablemente, hay una suerte de subdiagnóstico de la patología por una falta de consulta, por esta normalización de los síntomas. Es bastante frecuente, sobre un 30% de las mujeres pueden llegar a tener síntomas bastante severos. Hasta invalidantes cerca de un 5%”, precisó el especialista.
Tratamiento del Trastorno Disfórico Premenstrual
El trastorno disfórico premenstrual (TDPM) no se diagnostica mediante pruebas de laboratorio, pero un historial clínico completo, exámenes físicos y una evaluación psiquiátrica son esenciales para descartar otras condiciones.
En ese sentido, llevar un registro de los síntomas ayuda a identificar los momentos más críticos y facilita el diagnóstico.
El tratamiento inicial comienza con hábitos saludables, como una dieta equilibrada y ejercicio aeróbico regular. Sin embargo, los antidepresivos, especialmente los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), son una de las principales opciones para manejar el TDPM.
Los antidepresivos “tienen la función muy específica en la metabolización de la progesterona a un metabolito conocido como alopregnanolona. Ahí existiría la dificultad que presentan las pacientes con TDPM. Es en esa metabolización es donde actúan los antidepresivos”, explicó el psiquiatra”.
La terapia cognitivo-conductual (TCC) es otra alternativa, que puede combinarse con antidepresivos o usarse sola. Además, las píldoras anticonceptivas, especialmente aquellas con dosis continuas que incluyen drospirenona, también pueden ayudar a reducir los síntomas.