Los antinutrientes son sustancias que se encuentran naturalmente en los alimentos vegetales y animales. Su nombre deriva de cómo funcionan en nuestro cuerpo una vez que son ingeridos, ya que bloquean o interfieren con la forma en la cual el organismo absorbe otro tipo de nutrientes.

Así, los antinutrientes pueden disminuir la cantidad de nutrientes que realmente obtenemos de los alimentos, alterando la absorción de calcio, hierro, potasio, magnesio y zinc. Por ejemplo, en algunos casos pueden hacer que ciertos alimentos tengan un sabor un poco amargo y en otros, bloquean la digestión de las semillas que se ingieren.

Estos se pueden encontrar de forma natural en los cereales integrales y las legumbres, además de algunos tipos de carnes.

La nutricionista Paulina Mella de Clínica Vespucio, explica que “lo que hacen es dificultar el aprovechamiento de los demás nutrientes y pueden afectar a la digestión y absorción de otros nutrientes”.

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Además, agrega que “en sí no son perjudiciales ya que se encuentran en muchos alimentos que consumimos, como las legumbres. Una forma de disminuir su efecto, es, por ejemplo, cuando remojamos las legumbres, ese acto que hacemos culturalmente, reduce la cantidad de antinutrientes esos alimentos”.

La nutricionista recomienda que no es necesario disminuir su consumo, pero sí buscar otras formas que controlen el efecto antinutriente.

Sus beneficios

El medio BBC Mundo clasificó los antinutrientes de acuerdo a en qué alimentos se encuentran y sus categorías, considerando los alimentos funcionales que promueven la salud debido a sus numerosos beneficios.

1. Las saponinas

Son comunes en las legumbres, pueden estimular el sistema inmunológico, reducir el riesgo de cáncer, el colesterol, disminuir la respuesta del azúcar en sangre a los alimentos, producir menos caries, reducir el riesgo de cálculos renales y combatir la coagulación de la sangre que se observa en los ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.

2. Las lectinas:

Se encuentran en los cereales y las legumbres, están asociadas con un riesgo reducido de enfermedad cardiovascular, diabetes, algunos cánceres y sobrepeso u obesidad.

3. Los taninos:

Se encuentran comúnmente en tés, cafés, carnes y quesos procesados, son antioxidantes que pueden inhibir el crecimiento de bacterias, virus, hongos y levaduras, y pueden disminuir los niveles de colesterol y la presión arterial.

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4. Los fitatos:

Están presentes en el trigo, la cebada, el arroz y el maíz, están asociados con un aumento de la función inmunológica y la muerte de las células cancerosas, así como con una reducción del crecimiento y la propagación de las células cancerosas.

5. Los glucosinatos:

Se encuentran en vegetales como la coliflor, inhiben el crecimiento de células tumorales.

Precauciones ante su consumo

Los vegetarianos y veganos pueden sufrir mayores efectos negativos ante los antinutrientes, debido a que su dieta se basa, en gran medida, de frutas, verduras, cereales integrales y legumbres. Estas personas, pueden tomar algunas medidas para ayudar a contrarrestar los efectos de los antinutrientes en la absorción de determinados nutrientes, como aumentar los alimentos que contenga hierro y vitamina C.

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Paulina Mella enfatiza en que “no significa un perjuicio para la salud, no hay que eliminarlo, lo que hay que hacer es buscar una forma de modificar este antinutriente con cocción, remojo o agregar algún tipo de vinagre a los alimentos que lo contenga”.

En general, si se comparan sus beneficios o impactos negativos, los antinutrientes tienen más pros que contras, ya que los alimentos que lo contienen deben consumirse, sólo se debe evitar hacerlo en cantidades extremadamente altas.