RECTIFICACIÓN (15:55): En una versión preliminar de esta nota, se señaló por error que la enfermedad espondilitis anquilosante estaba incluida en el decreto actualizado de la Ley Ricarte Soto, por lo que la nota fue corregida.
El pasado 13 de enero de 2025, el Ministerio de Salud publicó en el Diario Oficial cuarto decreto modificatorio de la Ley Ricarte Soto. Con esto, se actualizó la lista de diagnósticos y tratamientos de alto costo que cuentan con cobertura financiera.
Desde su implementación en 2015, esta ley ha sido un hito en el sistema de salud chileno. Su finalidad es garantizar protección financiera para diagnósticos y tratamientos de alto costo, beneficiando a todos los usuarios de los sistemas previsionales de salud, independiente de su situación económica.
Impacto de las enfermedades reumatológicas
Entre los principales beneficiados de esta modificación están quienes padecen enfermedades reumatológicas inflamatorias, como la artritis reumatoide y el lupus. Estas patologías, que afectan el sistema inmune, pueden generar inflamación severa en articulaciones y órganos internos.
Según la Dra. Elena Jarpa, reumatóloga, estas patologías suelen manifestarse entre los 25 y 50 años, afectando principalmente a adultos en plena etapa productiva. “Pueden llevar a una discapacidad severa en menos de un mes, impactando la capacidad de los pacientes para trabajar, estudiar o incluso realizar tareas cotidianas como vestirse o alimentarse por sí mismos”, explicó.
Además, la especialista destacó que la artritis reumatoide ya cuenta con cobertura parcial en el programa GES (Garantías Explícitas en Salud) y en la Ley Ricarte Soto. Sin embargo, puntualizó que persisten brechas importantes en el acceso a terapias innovadoras, particularmente en el sistema público.
Bajo ese contexto, especificó que “es necesario construir estrategias de financiamiento sustentables para permitir que más chilenos accedan a estos tratamientos”.
Ampliación de cobertura con el cuarto decreto de la Ley Ricarte Soto
El nuevo decreto incorpora tres medicamentos innovadores que amplían las opciones de tratamiento para la artritis reumatoide y la esclerosis múltiple. Según la Dra. Jarpa, “esto beneficia directamente a los pacientes que no responden a los tratamientos actuales, un grupo que representa entre el 30% y el 40% de los casos”.
“El acceso a terapias más avanzadas no solo mejora la calidad de vida de los pacientes, sino que también genera ahorros al sistema de salud al evitar complicaciones como cirugías, prótesis y tratamientos adicionales”, destacó.
Además, estas actualizaciones permiten incluir nuevas patologías como la artritis psoriásica, una enfermedad discapacitante que afecta articulaciones y, en algunos casos, la piel y la columna vertebral.
La Ley Ricarte Soto se ha consolidado como un modelo de cobertura de salud pública, que hoy en día ha cubierto los tratamientos de más de 47.000 pacientes a través de los sistemas de salud público y privado.
Rectificación (17:01) En una versión preliminar de esta nota, se señaló por error que la enfermedad espondilitis anquilosante estaba incluida en el decreto actualizado de la Ley Ricarte Soto, por lo que la nota fue corregida.