Pese a que la celebración de Fiestas Patrias este año será con restricciones sanitarias, en casa y con toque de queda debido a la pandemia de COVID-19, en los hogares se realizarán múltiples festejos que, en muchos casos, están asociados a mayor consumo de comida y alcohol.

En ese contexto, Guillermo García, urgenciólogo, académico de la Escuela de Medicina de la Universidad Finis Terrae y director de Clínica Cruz Nacional, destaca la importancia de distinguir un cuadro de coronavirus, que puede producir dolor abdominal y diarrea, de una gastroenteritis simple, ya que bien podrían confundirse.

“Es importante hacer el diagnóstico correcto para asegurar la trazabilidad y darle aislamiento a esa persona en caso de ser coronavirus”,
destaca.

El especialista explica que ante un aumento en el consumo de alimentos y alcohol es muy probable que algunas personas puedan presentar síntomas de una gastroenteritis simple.

“Si un paciente tiene dolor abdominal, fiebre y diarrea debe acudir a urgencias para tomarse los exámenes correspondientes, hacerle un buen diagnóstico y aclarar si se trata de una intoxicación alimentaria o coronavirus. De esta manera se protege a todo su entorno, evitando posibles contagios de sus familiares en caso de ser COVID-19”, aclara el Dr. Guillermo García.

Grupos de riesgo

En particular el urgenciólogo aconseja aumentar los cuidados de las personas que están en grupos de riesgo como los pacientes con patologías crónicas como hipertensión, diabetes o problemas cardíacos.

“Los controles de estas personas han bajado con la pandemia, lo cual lleva a que estas patologías puedan estar descompensadas. Por tanto, si a eso se suma la ingesta de grandes cantidades de alimentos ricos en grasas y sal además del consumo de alcohol y tabaco, estas personas podrían sufrir descompensaciones metabólicas graves”, advierte el Dr. García.

Por eso, subraya, es importante estar alertas si una persona con dichas patologías presentan malestares, tales como: “dolor al pecho persistente, más allá de cinco a 10 minutos; falta de fuerza en alguna extremidad o que la cara pierda su simetría, que le cueste hablar o entender lo que le dicen. En todos esos casos debe acudir a la urgencia”, dice.

También recomienda poner atención si estos pacientes presentan estados de sed y diuresis aumentados. “Si las personas se levantan muchas veces en la noche a orinar y toman mucha agua, podría ser signo de una diabetes muy descompensada y debe requerir una consulta a urgencias”, sostiene.

¿Y en el caso de una resaca?

García explica que la resaca es un estado de malestar general que ocurre al día siguiente de tomar alcohol y una de sus consecuencias es la deshidratación.

“Como (el alcohol) es diurético estimula la orina inhibiendo la hormona ADH, a lo que se suma la presencia de grupos ´aldehídos´, productos químicos de la degradación del alcohol que se van a todo el cuerpo y que en el cerebro produce jaqueca”, precisa.

A eso suma, añade, que el alcohol de mala calidad y baja graduación produce más aldehídos, por ende, un mayor malestar.

El estado de la resaca, dice García, dependerá de la capacidad de metabolización de cada persona, que varía fuertemente según la edad. “Después de los 40 años la resaca puede llegar a durar más de un día a causa del metabolismo, que se va volviendo más lento en todo sentido”, detalla el académico.

Para evitar la resaca, el urgenciólogo aconseja comer antes de beber alcohol, sobre todo alimentos de digestión lenta, como la carne, para que absorban el alcohol antes de que pase al cerebro. “También se debe ingerir mucho líquido, agua idealmente, para reponer las pérdidas por efecto de la diuresis aumentada y estimular la eliminación de los grupos aldehídos que producen el dolor de cabeza”, recomienda el médico.

¿Cómo tratar la “caña” en casa?

Lo más fácil, dice García, es hidratarse con abundante agua, pero si la persona siente muchas náuseas y no quiere comer, podría hidratarse con una bebida para deportista.

Pero advierte que hay que tener cuidado con esta recomendación: “estas bebidas contienen mucha azúcar, por lo que diabéticos y personas con obesidad no deberían tomarlas, y en caso de presentarse diarrea, puede aumentarla”.

Ante un cuadro de resaca el médico dice que puede manejarse con paracetamol y omeprazol, lo cual “ayuda a mitigar el dolor de cabeza y la gastritis, que generalmente son los grandes síntomas de la resaca”, detalla.

Finalmente, el especialista advierte sobre la mezcla de alcohol con bebidas energéticas, que puede provocar gastritis, alzas de presión e incluso arritmias.

“En personas fumadoras, diabéticas o con algún otro factor de riesgo, la mezcla con energéticas incluso puede causar infartos”, explica Guillermo García.

“Las bebidas energéticas en general tienen mucha azúcar más toda la comida que se consume en Fiestas Patrias es preferible no sumarle calorías vacías que no aportan nada al cuerpo”, asegura.